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¿Y la austeridad? Refinería de Dos Bocas costará 3 mil 600 mdd más

De acuerdo con una investigación de Bloomberg News, el ritmo de gasto en el proyecto hasta la fecha subraya la improbabilidad de que se mantenga cerca de su presupuesto original de 8,900 mdd.

Construcción de la refinería Dos, Bocas en Paraíso, Tabasco. (Bloomberg)

Se espera que el proyecto de mega refinería de México, Dos Bocas, cueste un 40 por ciento más de lo estimado previamente y es poco probable que se complete antes de la fecha límite del gobierno de 2022, lo que arroja serias dudas sobre si el país podrá cumplir pronto su objetivo de producir toda su propia gasolina.

La instalación, ubicada en el estado de Tabasco, en el sureste del país, es crucial para los planes de Pemex de detener las exportaciones de crudo en 2023 como parte del objetivo nacionalista del presidente Andrés Manuel López Obrador de autosuficiencia en el consumo de combustible. Los obstáculos para el proyecto se producen cuando los críticos ya cuestionaban la capacidad de Petróleos Mexicanos para refinar todo su propio crudo dada la disminución de la producción, la falta de mantenimiento de sus refinerías y su pesada carga de deuda, que es la más alta de cualquier compañía petrolera.

Ahora se proyecta que la construcción de la planta Dos Bocas de 340 mil barriles por día cueste alrededor de de 12 mil 500 millones de dólares según personas con conocimiento de la situación que pidieron no ser identificadas porque la información no es pública. Eso es mucho más alto que el cálculo de 8 mil 900 millones de dólares que dio el director ejecutivo de Pemex hace unos 15 meses, un reflejo de los retrasos en la construcción, el aumento de los costos de los materiales y un presupuesto que puede haber sido poco realista desde el principio.

Es posible que el proyecto no produzca un solo galón de gasolina en 2022 y podría producir solo cantidades limitadas de combustible durante varios años después, según algunos analistas.

Los representantes de Pemex y la Secretaría de Energía no respondieron a las solicitudes de comentarios.

El proyecto Dos Bocas no es la única planta donde Pemex terminará gastando más de lo que dijo inicialmente. La compañía pagó más de 1500 millones de dólares para hacerse cargo de una refinería en Deer Park, Texas, que adquirió de Royal Dutch Shell Plc, más del doble del precio anunciado en mayo por el acuerdo.

Ese doble golpe de aumento de los costos aumentará la presión sobre el balance de Pemex y las arcas de México, ya que la construcción de Dos Bocas y la compra de Deer Park dependen en gran medida de fondos federales.

Problema de gasto

La ministra de Energía, Rocío Nahle, dijo a Bloomberg News en agosto que Dos Bocas estaba en camino de comenzar a realizar pruebas de puesta en marcha en julio y estar abierto al público unos meses más tarde durante 2022. También dijo que el costo del proyecto estaba dentro del presupuesto de 8.9 mil millones, dar o tomar el 10 por ciento. La refinería originalmente tenía un presupuesto de 8 mil millones, una cantidad que los contratistas internacionales consideraron inadecuada para el alcance del proyecto, lo que provocó que muchos se negaran a participar en su construcción en 2019.

El ritmo de gasto en el proyecto hasta la fecha subraya la improbabilidad de que se mantenga cerca de su presupuesto anterior. Hasta diciembre de 2021, el gobierno había entregado a Pemex 120 mil 900 millones de pesos para gastar en Dos Bocas, según datos proporcionados por Joel Tonatiuh Vázquez Pérez, experto en energía y finanzas públicas del centro de estudios del Centro de Investigaciones Económicas y Presupuestarias en Ciudad de México.

Este año se han destinado otros 45 mil millones de pesos para la refinería, lo que eleva la asignación total a 8.100 millones de dólares.

Solo en 2021, el gobierno le entregó 81 mil 400 millones de pesos, casi el doble de los 45 mil millones que había asignado inicialmente para ese año. Si mantiene su tasa de gasto planificada en el futuro y la construcción continúa hasta 2023, es casi seguro que superará sus estimaciones presupuestarias anteriores.

Retrasos operativos

Bloomberg analizó más de 100 videos subidos a YouTube por la Secretaría de Energía que documentan la construcción del proyecto, desde el paisajismo hasta la llegada de los equipos. En uno de los clips más recientes, que están salpicados de gráficos impresionantes y cuentan con una banda sonora dinámica, Nahle habla sobre el equipo de fabricación de gasolina que está en ruta desde Corea del Sur a México y otras unidades que navegan desde la India. En otros, se la muestra viajando a Italia y Turquía e informa desde plantas que fabrican equipos para Dos Bocas.

Aún así, no hubo mención de las conexiones de agua y gas que se están completando en Dos Bocas, ni de conexiones de tuberías para llevar petróleo crudo para alimentar las torres de destilación. En los videos no aparecen imágenes de la construcción de una terminal marítima para distribuir gasolina y diésel a otros estados mexicanos.

Según el análisis de Bloomberg, al menos dos áreas parecen estar en camino de abrir sus puertas para julio. Uno es el patio de tanques, que contiene 90 tanques para almacenamiento de gasolina y diésel producidos por la refinería. El otro es el edificio administrativo, que está siendo equipado con aire acondicionado y espejos de agua.

Con todos los retrasos, la refinería podría tener unidades clave de gasolina en funcionamiento tan pronto como en 2023 y estar en pleno funcionamiento en 2025, dijo Karina López Huitron, analista de Wood Mackenzie Ltd.

“Hay dos fuerzas en juego, la política y la técnica, y realmente depende de cuál presionará más en los próximos meses”, dijo.

El gobierno mexicano planea inaugurar las instalaciones de Dos Bocas con pompa y circunstancia en julio. Sin embargo, al igual que los llamativos videoclips que documentan la construcción de la refinería, es probable que el evento sea más un espectáculo que una sustancia.

“Es posible que la refinería no esté produciendo combustibles antes de que termine el mandato de López Obrador”, dijo Felipe Pérez, analista de IHS Markit Latinoamérica. AMLO, como se le conoce al presidente, termina su mandato de seis años a fines de 2024. “Lamentablemente hay una gran discrepancia entre las expectativas del gobierno y la realidad”.

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