Una urna de barro y una máscara de roca, además de un libro que data del año 1715, llegaron a México desde Nueva York, Estados Unidos, informó la Secretaría de Cultura.
En un comunicado, la dependencia detalló que las dos piezas arqueológicas y el documento histórico fueron entregados voluntariamente por particulares al Consulado de México en esa entidad.
Al respecto, el coordinador General de Comunicación Social de Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, detalló que fue un coleccionista quien devolvió las dos piezas al país y destacó que “siempre ocurren acciones que sorprenden porque reafirman la esperanza en el género humano”.
Un coleccionista devolvió dos piezas prehispánicas en un consulado de Méxicoen EU. Cuando se apela a la consciencia de la gente, siempre ocurren acciones que sorprenden porque reafirman la esperanza en el género humano. https://t.co/rClpi6deJp
— Jesús Ramírez Cuevas (@JesusRCuevas) February 5, 2022
Las piezas fueron analizadas por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quienes determinaron, a partir de sus características morfológicas y estilísticas, que se trata de objetos propiedad de la nación mexicana y que, por tanto, están protegidas por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
La primera se trata de una urna cilíndrica con tapa, elaborada en barro mediante las técnicas de modelado, alisado y aplicación de pastillaje. Tiene un acabado tosco y su exterior presenta la decoración de un rostro humano.
Si bien, detalló el INAH, la tapa está fragmentada en dos partes, la pieza se encuentra completa y en buen estado de conservación y especificaron que fue elaborada en el área de Guerrero, durante el periodo Posclásico mesoamericano (1200–1521 d.C.).
La segunda pieza es una máscara elaborada de roca, mediante las técnicas de talla por percusión, acanaladura, talla y desgaste por abrasión.
Representa el rostro de un personaje de expresión adusta, sin cabello y con la boca abierta mostrando los dientes. Presenta perforaciones en los lóbulos de la oreja y en el área de las mejillas.
La máscara está completa y en buen estado de conservación, se trata de un objeto arqueológico de estilo olmeca, elaborado en la Costa del Golfo de México durante el periodo Preclásico mesoamericano (1200–400 a.C.).
Sobre el libro que se titula En el Nombre de Dios..., expertos determinaron que este documento constituye un monumento histórico.