Luego de darse a conocer una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y Latinus, donde se encontró que el hijo de Andrés Manuel López Obrador y su esposa vivieron en 2019 y 2020 en una residencia que fue de Keith Schilling, un ejecutivo de Baker Hughes, varios accionistas de la empresa estadounidense solicitaron investigar un potencial conflicto de interés e irregularidades .
Esto debido a que Baker Hughes tiene contratos con el gobierno de AMLO por más de 151 millones de dólares en obras para Petroleros Mexicanos (Pemex).
“Estos hechos crean la percepción de un posible conflicto de interés y un escenario potencial que podría haber cruzado la línea de las obligaciones legales y éticas de Baker Hughes. Por tal motivo, se justifica una denuncia y es necesaria una investigación”, se lee en la carta que el abogado de la empresa, Juan Carlos Luna, envío al Departamento de Justicia.
Escala el #Houstongate
— Jorge Castañeda (@JorgeGCastaneda) February 11, 2022
Carta de un grupo de accionistas de #BakerHughes a los altos ejecutivos de la empresa. pic.twitter.com/pFecqgQdpp
Esta es la segundo solicitud que se extiende para investigar a fondo la relación de la empresa norteamericana con el hijo de AMLO y la residencia en Houston.
La primera petición la hizo la senadora panista Xóchitl Gálvez. Además, el Partido de Acción Nacional presentó una denuncia en la Fiscalía General de la República (FGR).
Sobre el reportaje, López Obrador respondió al señalamiento y aseguró que sus hijos no tienen ninguna influencia en su Gobierno.
Durante una conferencia de prensa matutina, el mandatario afirmó que “no son iguales” que sus antecesores y acusó los comunicadores que realizaron el reportaje de estar “al servicio de la mafia del poder”.
Además, Keith Schilling aseguró que no tenía conocimiento previo de quién era el arrendatario.
Schilling, quien trabajó para Baker Hughes entre 2016 y 2019, habló públicamente por primera vez sobre su participación, a través de un comunicado enviado por correo electrónico a Bloomberg News.
Su casa estaba vacía y disponible para alquilar después de que Schilling se mudó para administrar el negocio de Canadá del gigante de servicios petroleros, dijo.
“No tenía ninguna relación previa, conexión personal o familiaridad con el arrendatario o la familia del arrendatario de ninguna forma”, subrayó Schilling. “En cualquiera de mis roles en Baker Hughes, no tenía responsabilidad por ninguna actividad comercial relaciona con o en México”.
Con información de Bloomberg.