López Obrador aseguró este lunes que el escándalo que gira en torno a su hijo José Ramón López Beltrán y la empresa Baker Hughes ha escalado de tal forma que le arrebató el primer lugar en audiencia a la potencial invasión rusa en Ucrania.
“Me llamó la atención que la casa que rentó la casa de José Ramón fue el primer lugar en audiencia, de lo más visto en el mundo, más que lo de Ucrania”, dijo durante la conferencia de prensa.
El mandatario acusó que la polémica haya sido gestada desde la facción opositora a su gobierno como una táctica para “manchar” su administración.
“José Ramón está trabajando en Estados Unidos, su esposa lo mismo, no tienen nada que ver con Pemex ni gobierno, el asunto no es de conflicto de interés, el asunto es golpear y hay mucho dinero de por medio y no tengo elementos para confirmarlo, pero cómo fue tendencia a nivel internacional no dudo que hayan comprado bots para redes”.
Tras la publicación del reportaje de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad y Latinus que involucra al hijo de López Obrador por la renta de una lujosa mansión en Houston propiedad de Keith Schilling, un alto ejecutivo de Baker Hughes, han surgido diversas solicitudes para investigar un posible conflicto de interés.
El pasado sábado 12 de febrero, accionistas de Baker Hughes siguieron los pasos del dirigente del PAN y de la senadora Xóchitl Gálvez y pidieron que se atendieran estas irregularidades.
“Estos hechos crean la percepción de un posible conflicto de interés y un escenario potencial que podría haber cruzado la línea de las obligaciones legales y éticas de Baker Hughes. Por tal motivo, se justifica una denuncia y es necesaria una investigación”, reza en la carta enviada al Departamento de Justicia.
El presidente afirmó que estas acusaciones en su contra no impedirán que continúe con la transformación del país.
“No me voy a quedar cruzado de brazos, porque soy ciudadano y tengo derecho a informar y defender el proyecto por el que luchamos muchos”.