Desde que la invasión rusa a Ucrania estalló el pasado 24 de febrero con la orden de Vladimir Putin de iniciar una operación militar en la región de Donbás, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha recalcado la postura pacífica de México frente al conflicto.
Sin embargo, AMLO, lejos de hacer un pronunciamiento contundente al respecto, ha destacado en su discurso que continuará las relaciones normales con Rusia, con la importación de fertilizantes y el mantenimiento del comercio.
“Formamos parte de un bloque, de una posición geográfica en el mapa, que no podemos ignorar. Otra cosa son los sueños, las improvisaciones (...) La realidad es que México se está absteniendo con posiciones sin fundamento, sin ser capaces de proponer algo. Nuestras proposiciones no están a la altura de nuestra importancia en el mundo”, apuntó Antonio Navalón, columnista de El Financiero y analista internacional.
En EF Meet Point Virtual. Consecuencias de la guerra para México y el mundo, el especialista señaló que la situación es como “el sueño de un soñador empedernido que es el presidente (...) Le guste o no, queramos o no, somos América del Norte, tenemos una serie de compromisos internacionales firmados”.
A pesar de que la embajadora de Ucrania en México ha exigido al gobierno de México aplicar sanciones contra Rusia, el presidente López Obrador se ha resistido a tomar una posición más estricta.
“Está bien el jueguecito de las mañanas, jugar a la confusión (...) pero eso solo nos coloca como un país sospechoso en el sentido de la solvencia de nuestras posibilidades. Económica, política y socialmente estamos afectados, el mayor suministrador de granos en nuestro país es Ucrania y naturalmente eso sufrirá una subida en los precios”, destacó Navalón.
A estas alturas del conflicto, México ya no tiene opción de decidir si alinearse con la OTAN o con Rusia.
“México tiene que estar del lado de Occidente, del lado de la democracia, del lado de Norteamérica. Es el momento en que Canadá, Estados Unidos y México deberían plantar un tema relevante en el ámbito energético, sin embargo, estas ambigüedades, dan una percepción de que no entiende (López Obrador) en dónde está parado (...) hay una miopía de las implicaciones que tiene México como país y su responsabilidad en un nuevo orden mundial”, subrayó Guido Lara, fundador y CEO de Lexia Insights & Solutions.
El presidente, “se está quedando muy abajo, muy atrás y con una vista muy miope, en la responsabilidad de México en este proceso”.