El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sorprendió a los oyentes el jueves cuando anticipó la decisión del banco central de aumentar las tasas de interés horas antes del anuncio oficial.
Aunque es la primera vez en la historia del banco central que el presidente se adelanta a la decisión de la autoridad monetaria, no es la primera vez que sus conferencias de prensa diarias generan polémica.
La revelación del jueves provocó rápidas críticas de economistas que expresaron su preocupación por la autonomía de Banxico, como se conoce al banco. Sin embargo, la mayoría de los operadores se consolaron con el hecho de que el aumento de 50 puntos básicos de la tasa fue unánime, lo que llevó a la moneda a su nivel más fuerte en unos seis meses.
AMLO se disculpó más tarde por el error, diciendo que pensó que la decisión ya se había hecho pública. Pero las revelaciones de última hora se han convertido en un patrón para López Obrador, de 68 años, especialmente durante sus conferencias de prensa diarias de dos horas y media, las denominadas mañaneras que se transmite ampliamente y se difunden en línea.
Sus conferencias matutinas improvisadas, en las que suele salirse por la tangente durante una hora y pelearse con periodistas y empresarios, lo han ayudado a influir en el ciclo informativo diario y a pulir su imagen de hombre de pueblo. Pero hablar durante horas y horas, y a veces en más de un evento, no siempre lo ha favorecido.
Sorpresiva nominación
López Obrador sacudió recientemente a los mercados con un improvisado cambio de nombramiento para el cargo de gobernador del banco central a fines de noviembre, cuando solo faltaban semanas para que asumiera un nuevo jefe.
El peso se desplomó después de que anunció en su rueda de prensa que cambiaría la nominación de su exsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, por la de su jefa de egresos, Victoria Rodríguez, que en ese momento tenía poca experiencia en política monetaria. Desde entonces, ha trabajado para construir sus credenciales de luchar contra la inflación.
Recompra de Pemex
AMLO se adelantó a otro acontecimiento clave en septiembre cuando anunció que quería usar parte de los 12 mil millones de dólares de una mayor cuota de los derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional para reducir la carga de deuda de 115 mil millones de dólares del gigante petrolero estatal Pemex.
Sin embargo, al anunciar cómo planeaba usar los fondos, elevó el valor de la misma deuda que pretendía comprar, socavando su decisión de ayudar al productor. Más tarde reconoció que había elevado el costo de la transacción al hablar de ella, y la recompra hasta la fecha no se ha llevado a cabo.
Bancos centrales y reguladores
El mandatario sorprendió a los inversionistas en mayo al decir que no nombraría a Alejandro Díaz de León para un segundo mandato como gobernador de Banxico y que buscaba a un economista con “dimensión social”, lo que generó interrogantes sobre el futuro del fuerte enfoque del banco en combatir la inflación.
Más allá de los mercados, AMLO ha arremetido sin pudor contra instituciones independientes como los reguladores electorales y antimonopolio de la nación, y su organismo de transparencia. Es por eso que su disculpa al banco central fue tan sorprendente.
Su estilo improvisado ha llevado a compararlo con el expresidente estadounidense Donald Trump.
“La gente está aprendiendo a vivir con los comentarios de AMLO como lo hicieron con Trump”, dijo Daniel Rico, estratega de divisas de RBC Capital Markets en Nueva York. “Pero este tipo de acciones seguirán dificultando la confianza de los inversionistas”.