La Arquidiócesis Primada de México, señaló que después de dos años de la pandemia por COVID-19, ha llegado el momento de celebrar de forma ordinaria los eventos programados para las celebraciones religiosas de Semana Santa y Pascua.
Señaló que con la llegada de la pandemia, muchas celebraciones se han suspendido, e incluso en algunos casos, han sido permitidas con una mínima asistencia de fieles por las medidas sanitarias de las autoridades, con el fin de evitar la propagación del virus.
A través de su editorial en el semanario Desde la Fe, expuso que en esta ocasión las condiciones están dadas para celebrar de manera ordinaria la Semana Santa y la Pascua, debido a que el índice de contagios por coronavirus es bajo y el semáforo epidemiológico —en la Ciudad de México y en todo el país— se encuentra en color verde.
Señaló que esto fue posible gracias a factores como el avance de la campaña de vacunación, la inmunidad adquirida por las personas que han superando la enfermedad y el seguimiento responsable de las medidas sanitarias.
Del mismo modo, indicó que durante la pandemia, los miembros de la iglesia católica han dado seguimiento de todas las medidas sanitarias y, por ello, “la asistencia a los templos nunca ha sido factor de contagio”.
Además, indicó que el Cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, ha pedido a los fieles católicos y a los sacerdotes observar los protocolos aprendidos durante este tiempo para continuar con ellos.
Finalmente, la iglesia católica hizo un llamado a los fieles para llevar a cabo estas celebraciones con responsabilidad.
“En Semana Santa nos disponemos a celebrar que Dios nos regala una respuesta esperanzadora sobre nuestro futuro y el de los seres queridos que la muerte nos ha arrebatado, especialmente en esta pandemia que se ha llevado tantas vidas. Celebremos juntos estos días santos con responsabilidad y confianza en Dios”, concluyó.