Si la empresa Calizas Industriales del Carmen, mejor conocida como Calica, continúa extrayendo material pétreo de la costa de Quintana Roo, el gobierno llevará el caso a instancias internacionales, aseguró el presidente López Obrador.
“En el caso de Calica ya no se permite que extraigan material, creo que hasta los mismo accionistas pueden entender que esto no es posible, no puede haber un doble discurso, decir que nos preocupa el cambio climático y qué estamos haciendo ante esta destrucción, entonces si se van a tribunales pues vamos a tribunales, vamos a hacer la denuncia formal a organismos internacionales”, apuntó.
La empresa subsidiaria de la estadounidense Vulcan Materials Company se estableció desde 1986 en las cercanías de Playa del Carmen en Quintana Roo para extraer roca caliza que después distribuye a Estados Unidos.
Su producción ha implicado la pérdida definitiva e irrecuperable del subsuelo, afectaciones a los acuíferos y a los ecosistemas, entre otros elementos que, aunados a los impactos previos en la superficie por la minería a cielo abierto que destruyó la flora y la fauna, han representado un daño insalvable a la zona, de acuerdo con un informe de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Calica ha estado en el radar del gobierno desde que activistas y grupos ambientalistas comenzaron a ser más insistentes con las consecuencias negativas en las zonas naturales que atraviesa el Tren Maya, entre estos, la científica Julia Carabias.
Obrador ha cuestionado el proceder de la activista, quien fungía como secretaria de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap) durante el sexenio de Ernesto Zedillo, cuando se otorgó el permiso de explotación a la minera.
En aquellos años, la única autoridad competente para autorizar los permisos de Impacto Ambiental era el Instituto Nacional de Ecología (INE), que dependía de la Semarnap, de acuerdo con el Reglamento Interior de la dependencia, es decir, ninguna autoridad local tenía este tipo de atribuciones.
El mandatario ha utilizado este tipo de información para atacar a los opositores del Tren Maya y asegurar que su gobierno sí está trabajando para evitar más daños al medio ambiente.
Esto lo ha llevado a insistir en la suspensión de operaciones de la minera en cuatro lotes de su propiedad: La Rosita, Punta Venado, El Corchalito y la Adelita, para convertirlos en una reserva natural 2 mil 400 hectáreas.
“Estamos ofreciendo a la empresa, y yo creo que va a prosperar, que toda esta área, las 2 mil 400 hectáreas se pueden convertir en un centro turístico. Les ayudamos para que tengan los permisos de acuerdo a la densidad, a las normas y el muelle; porque, además, el puerto tiene calado suficiente, podría ser un muelle de cruceros”, explicó en una conferencia de prensa.
Ahora, el mandatario espera que integrantes de la ONU y organizaciones como Greenpeace se unan a la causa para frenar a Calica como lo han hecho en contra de su megaproyecto.