Las constructoras encargadas de reparar la Línea 12 del Metro tras el colapso del 3 de mayo de 2021, que mató a 26 personas y lesionó a más de 100, colocaron los dos primeros puntales para reforzar la estructura.
En un recorrido realizado por EL FINANCIERO se observó que los primeros puntales se instalaron en el tramo ubicado en avenida Tláhuac y Calle 11, colonia El Vergel, alcaldía Iztapalapa.
Se trata de dos tubos de acero que de un extremo están unidos a las trabes con soldadura y 37 tornillos, y del otro están soldados a un cinturón de acero que se colocó en la base de cada columna.
El objetivo es poner este tipo de puntales en los 260 claros (área comprendida entre columna y columna) ubicados en 6.4 kilómetros, entre las estaciones Lomas Estrella y Tláhuac. La parte elevada abarca 11 estaciones, pero sólo se apuntalarán ocho, por haber sido construidas con vigas de acero.
Mientras que el tramo elevado entre las estaciones Culhuacán y Lomas Estrella fue construido sólo con concreto y, de acuerdo con los peritajes, no requiere de ser apuntalado.
Guillermo Calderón, director del Metro, dijo recientemente a este diario que para instalar los puntales se requieren 16 mil toneladas de acero, lo que equivale al que se utilizaría en tres edificios de 30 niveles.
Explicó que, con esas 16 mil toneladas de acero, se elaboran 33 mil piezas con medidas milimétricas para lograr que la estructura no sólo cumpla, sino que supere el requerimiento de construcción.
Las piezas se fabrican en talleres del Estado de México y Veracruz; según el recorrido realizado, muchas de ellas ya se encuentran sobre el camellón de avenida Tláhuac en espera de ser colocadas.
El director del Metro dijo que la Línea 12 no tiene por qué ser demolida, como lo exige un grupo de víctimas. “Se debe reforzar, sí, claro que sí, pero quedará en condiciones superiores a las del inicio de operaciones en forma segura”.
Como parte de los trabajos, además de reconstruir el tramo que colapsó, entre las columnas 12 y 13, de la interestación San Lorenzo Tezonco-Olivos, otro tramo, ubicado a 200 metros de la llamada zona cero, también será derribado por completo y se volverá a construir.