Desde Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha desaprovechado la ocasión durante sus conferencias matutinas para tildar de “corruptos” a sus adversarios, en específico a los militantes del PRI.
Pese a descalificar a los “conservadores” del tricolor, el jefe del Ejecutivo no ha dudado en guiñarle el ojo a distintos exgobernadores priistas para invitarlos a asumir cargos importantes dentro de su gobierno, como colocarlos dentro de embajadas.
Uno de los casos más recientes fue el de la exgobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, quien militó en el PRI por más de dos décadas, y fue expulsada el pasado 22 de junio por dicho partido tras convertirse en cónsul de Barcelona, España.
La funcionaria tomó la decisión, después de que Andrés Manuel López Obrador la invitara a aceptar este puesto.
Sin embargo, Pavlovich no es la única priista que ha seguido este camino, pues hace dos meses, Carlos Miguel Aysa González, exgobernador de Campeche, también fue expulsado por el PRI, luego de que aceptara ser embajador en República Dominicana.
Tras su ratificación como cónsul en el Senado, legisladores de la oposición (y antiguos amigos) calificaron a Aysa González de “corrupto” en las elecciones de Campeche de 2021 y de intercambiar el voto de su hijo, como diputado federal, a favor de la ley Bartlett a cambio de una embajada.
En aquella ocasión, su hijo priista, el diputado Carlos Miguel Aysa Damas, votó a favor de la polémica reforma eléctrica propuesta por López Obrador y, por esta acción, recibió el apoyo de los legisladores morenistas.
Por si fuera poco, esta no fue la última controversia dentro del tricolor. En marzo pasado, otro militante traicionó al PRI. Se trata del exgobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, quien también fue “echado” del partido por haber aceptado la embajada de México en España, que le ofreció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Desde septiembre de 2021, el mandatario federal invitó a Quirino Ordaz a ser cónsul tras considerar que fue “un buen gobernador”.
“Lo voy a invitar a que trabaje con nosotros porque ha hecho una buena labor en Sinaloa, es un profesional, es un hombre de trabajo, tiene experiencia y se va a unir, se va a sumar a nuestro equipo para seguir transformando nuestro país”, dijo.
Pese a las constantes amenazas del PRI sobre expulsar a sus miembros si aceptan un cargo público dentro de Morena, el tabasqueño ha reiterado en varias ocasiones que contempla invitar a otros priistas a su administración, como el gobernador saliente de Oaxaca, Alejandro Murat.
Los virtuales ganadores de Morena (con pasado priista)
En la jornada electoral del pasado 5 de junio estuvieron en disputa seis gubernaturas: Aguascalientes Oaxaca, Tamaulipas, Quintana Roo, Durango e Hidalgo.
La apuesta de Morena eran perfiles veteranos con largo pasado priista o fichajes recientes del movimiento que encabeza el presidente López Obrador.
Aunque, varias de sus propuestas, fueron funcionarios que tienen una larga trayectoria política dentro del PRI, como el caso del virtual gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca, quien militó alrededor de 30 años dentro del tricolor.
Menchaca estuvo de 1980 a 2015 en el PRI, pero desde 2017 se unió a las filas de Morena. Durante su etapa como priista, se desempeñó como diputado local en el Congreso de Hidalgo.
También el ganador de la elección de gobernador en Tamaulipas, Américo Villareal Anaya, entró apenas a la militancia de Morena en 2017; sin embargo, tiene su pasado priista tras pertenecer a dicho partido durante 33 años.
Villareal Anaya tiene 63 años y su padre, Américo Villarreal Guerra, fue gobernador de ese estado por el PRI en el sexenio comprendido entre 1987 y 1993.