Como había anunciado hace unos días, el presidente Andrés Manuel López Obrador enviará este martes al Congreso la iniciativa de reforma para eliminar el horario de verano.
“Voy a enviar la iniciativa para que ya no haya cambio de horario, a cualquiera de las Cámaras, porque ya tengo los estudios y tengo una encuesta”, adelantó a mediados de junio.
El titular del Ejecutivo indicó que la Secretaría de Gobernación realizó una encuesta para conocer el sentimiento de la población sobre esta propuesta; misma que arrojó que el 71 por ciento de los mexicanos está a favor.
Además, la Secretaría de Salud junto con la Secretaría de Energía (Sener) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), trabajaron en una investigación abierta que arrojó impactos negativos a la salud a raíz del cambio de horario.
“Tenemos una investigación abierta para tomar decisión, nos entregaron documentos y se los vamos a dar a conocer a ustedes porque es mínimo el ahorro y es considerable el daño a la salud, hay mucha posibilidad de quitarlo”, apuntó el mandatario en días pasados.
¿Cuál es el impacto a la salud del horario de verano?
El horario de verano tiene repercusiones en la salud como somnolencia, irritabilidad, trastornos digestivos, hormonales, depresión, entre otros, afirmó este martes Jorge Alcocer, secretario de Salud, quien participó en la investigación abierta del gobierno.
Durante la conferencia de prensa matutina, el funcionario aseguró que el horario de verano fue una decisión política y que lo recomendable es volver al “horario estándar, que es cuando la hora del reloj solar coincide con la hora del reloj social, el reloj de Dios”.
“El cambio de hora altera el tiempo de exposición al sol y desequilibra nuestro reloj biológico”, aseguró Alcocer.
El titular de la Secretaría de Salud también señaló que varias sociedades internacionales del sueño aconsejan un horario sin cambios y recomiendan mantener el horario de invierno de forma permanente, ya que este mejora el rendimiento intelectual y ayuda a disminuir enfermedades del corazón, obesidad, insomnio y depresión.