La venta planificada de la unidad Banamex de Citigroup debe ir a inversionistas mexicanos y evitar despidos masivos, dijo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
López Obrador dijo que su administración puso cuatro condiciones a la venta, incluyendo el requisito de que el acuerdo sea respaldado por capital mexicano. Asimismo, reiteró que cualquier comprador debe estar al día en el pago de impuestos, y que la enorme colección de arte del banco permanezca en México.
“Una de las cosas que tenemos que cuidar, por ejemplo, es que ahora que se venda Banamex, no se despidan a los trabajadores de manera masiva”, señaló López Obrador el miércoles durante su conferencia de prensa diaria.
“Son personas, mujeres y hombres, con experiencia y que pueden ser de mucha utilidad. Pero suele pasar que cuando se dan estas negociaciones, pues, buscan ahorrar así, despidiendo trabajadores”.
López Obrador no tiene el poder directo de opinar sobre la venta, pero sus funcionarios de finanzas sí, al igual que el banco central y el regulador antimonopolio del país.
Entre los postores de Banamex se encuentran el banco mexicano Grupo Financiero Banorte y el español Banco Santander, que son unas de las mayores instituciones financieras del país.
El éxito de las ofertas de cualquiera de ellos podría generar el mayor número de despidos por duplicación de puestos de trabajo. Otros postores mexicanos son Grupo Financiero Inbursa., del multimillonario Carlos Slim, el magnate minero Germán Larrea y Grupo Financiero Mifel S.A., una pequeña institución nacional dirigida por el actual presidente de la Asociación de Bancos de México.
Banorte y Santander, los mejores ‘candidatos’
Los bancos mejor posicionados para adquirir la franquicia Banamex son Banorte y Santander, de acuerdo con un análisis realizado por Moody’s Investors Service.
La calificadora detalló que ambas firmas ya cuentan con bastante experiencia en banca de consumo, lo que facilitaría la administración de la cartera de Banamex.
Adicionalmente, la eficiencia operativa de estos dos bancos ayudaría a hacer más sencilla la integración limitando los costos por cierres y apertura de sucursales a gran escala.
“La experiencia y la disciplina de riesgo conservadora son ventajas para Santander y Banorte. Ambos han seguido estrategias de negocios consistentes y diversificadas y ambos tienen la experiencia en préstamos de consumo de alto nivel”, enfatizó Moody’s.