La célula criminal que los hijos del Chapo Guzmán enviaron a la Ciudad de México para controlar la zona sur de la capital fue evidenciada ante las autoridades debido a que operó sin una estructura o respaldo social, como en otros estados.
Según las denuncias que recibió la policía, los enviados de la facción del Cártel de Sinaloa que dirigen los Chapitos llegaron a amenazar, a intentar una leva para engrosar sus filas y a cobrar derecho de piso.
El descaro en su actuar fue lo que llevó a habitantes de la zona de Topilejo a denunciar ante la policía, ante quien explicaron que hombres armados habían llegado a apoderarse del lugar.
Autoridades de la Ciudad de México revelaron que, a partir de las denuncias, algunas de ellas vía WhatsApp, se inició una investigación que culminó con la detención de 14 hombres de los Chapitos.
No descartan que, junto con estos hombres, haya algunos otros que estén dispersos en otra zona, por lo que se mantendrá la vigilancia para evitar que este grupo se expanda en la capital.
El martes, tras la balacera que dejó cuatro policías heridos, uno de gravedad, y 14 criminales detenidos, Omar García Harfuch, jefe de la policía local, reconoció que “siempre” ha habido grupos de la delincuencia organizada en la capital.
Advirtió, sin embargo, que el trabajo de la autoridad es evitar que estas organizaciones se expandan y tomen el control de una colonia, una alcaldía o la propia ciudad.
Cabe destacar que los 14 detenidos en la acción del martes fueron puestos a disposición del Ministerio Pública local.
Las autoridades consultadas dijeron que enviarán un desglose del expediente a la Fiscalía General de la República (FGR), por delincuencia organizada y por el tipo de armas que se les incautó, entre ellas un rifle antiaéreo tipo Barret calibre .50.
Derivado de ello, se espera que estas personas sean llevadas a una prisión de máxima seguridad para evitar alteración del orden en las prisiones de la capital del país donde sólo hay un módulo para reos de alta peligrosidad.
En tanto, el policía preventivo que resultó gravemente herido en la balacera continúa internado en un hospital de la Ciudad de México. Al cierre de la edición su estado de salud era reportado como grave.
Familiares del agente solicitaron, a través de sus compañeros policías, donadores de sangre, como lo piden en el hospital. Los otros tres policías heridos ya fueron dados de alta ya que las heridas que presentaron fueron leves, informó la policía capitalina.