México tiene poco más de dos meses para evitar irse a un arbitraje derivado de las consultas en materia energética solicitadas por Estados Unidos y por Canadá. En caso de que el tema escale y existan sanciones para el país, puede traducirse a multas que afectarían los aranceles en distintos sectores, así como a millones de empleados, así lo refirió el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Francisco Cervantes, presidente del Consejo, dijo durante su participación en La Silla Roja que un arbitraje podría ser muy costoso para México y que le pueden quitar las ventajas arancelarias del Tratado México-EU-Canadá (T-MEC).
“Podría ser muy complicado y creo que le pegaría mucho a la agroindustria”, dijo Francisco Cervantes.
Aseguró que el CCE está viendo en la actualidad cómo puede apoyar en este tema, y que aunque asunto se arregla entre los gobiernos de los tres países, pueden haber oportunidades de apoyo desde su trinchera, por lo que habrán reuniones con el sector público en estos días.
También mencionó que la controversia con ambos países era algo que “ya se veía venir”, y que existen distinta preocupaciones, principalmente por la competitividad con otros países, incluyendo a Canadá, y cómo podrían afectar a la actual inversión que hay en México, principalmente en sectores donde más le dolería al país, como es el caso de la industria de la agricultura.
Al ser cuestionado por Salvador Camarena respecto al tema de la posible pérdida de empleos en caso de que algún sector sea castigado por los posibles litigios, Francisco Cervantes dijo que hay preocupación en el sentido de que el T-MEC tiene una gran importancia para México que no solo va por el lado económico, sino también en el social.
Recordó que el tratado entre México, Estados Unidos y Canadá tiene demasiada importancia en la generación de empleos, en la educación y en lo atractivo que es México para la inversión, por esas razones hay que proteger a la fuerza de trabajo, que es el motor para que las empresas sigan con la mira puesta en el país.
Del lado de la relación con el Gobierno Federal, Cervantes asegura que hay un buen diálogo con el Presidente; sin embargo, sigue la preocupación en el sector energético.