La inflación y el alza de los precios en los alimentos han empujado a los mexicanos al desanimo, de acuerdo con una encuesta realizada por El Financiero a mil personas.
Sobre la pregunta ¿cuál es su estado de ánimo sobre la inflación y el alza de precios?, 85 por ciento de los entrevistados contestó que muy mala, mientras que sólo 9 por ciento considero muy bueno. Las cifras indican que el desanimo creció dos puntos porcentuales en comparación con junio que registró 83 por ciento.
Por otra parte, el pesimismo de las y los mexicanos con respecto a su situación y perspectivas laborales bajó en el último mes, al pasar de 37 a 31 por ciento quienes describen su estado de ánimo al respecto como malo o muy malo. En contraste, quienes lo describen como bueno o muy bueno variaron ligeramente de 41 a 42 por ciento.
El pesimismo laboral llegó a registrar 50 por ciento en abril de 2020, al inicio de las medidas de confinamiento por la pandemia de COVID-19, y se mantuvo por encima de 40 por ciento hasta julio de ese año.
Por su parte, el pesimismo sobre la situación económica personal continúa predominando sobre el optimismo, según la encuesta, aunque también ha ido a la baja, al pasar de 49 a 44 por ciento entre mayo y junio, y de 44 a 42 por ciento de junio a julio.
A pesar de estas variaciones en las percepciones sobre la economía y la situación laboral personal, el pesimismo con respecto a la economía del país continúa siendo mayoritaria y sin movimientos importantes: 55 por ciento de la población entrevistada describió su estado de ánimo con respecto a la economía del país como malo o muy malo, frente al 26 por ciento que lo describió como bueno o muy bueno.