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La ‘receta’ que Va por México debe seguir para ganarle a Morena en 2024, según Enrique Quintana

El director general editorial de El Financiero señala que la oposición debe acordar cómo elegirán a su candidata o candidato.

(Moisés Pablo/Cuartoscuro)

Faltan ya menos de dos años para las elecciones de 2024 y como nunca en otro sexenio, el ‘destape’ de candidatas y candidatos ha dado tanto de qué hablar.

Y mientras Morena -el partido en el poder con Andrés Manuel López Obrador-, tiene a unas ‘corcholatas’ que definirán a la o el candidato por el método de encuesta (esto en palabras de Mario Delgado, el dirigente nacional), la oposición no ha aclarado cómo elegirán a su abanderado o incluso si llegarán como un bloque a 2024.

Esta elección es analizada por Enrique Quintana, vicepresidente y director general editorial de El Financiero, en su más reciente columna en la que ‘ofrece’ estos consejos a la oposición para derrotar a Morena en menos de 2 años.

Definir cómo se elegirá al candidato

El periodista remarca que hasta este momento, los líderes del PAN, PRI y PRD no han aclarado si harán lo que Morena y utilizar una encuesta o irse por “un acuerdo de las dirigencias, una convención, una elección primaria. O algo diferente”.

El analista subraya que si la oposición quiere tener posibilidades reales de quitarle la Presidencia a Morena, el apoyo de Movimiento Ciudadano es vital.

“Si hay la conciencia de que solo se puede derrotar a Morena a partir de conformar una alianza amplia, la clave es que exista el talento y la generosidad para conformar esa alianza”, agrega sobre el hecho de que los miembros de la oposición tienen que poner el interés de la alianza primero.


Una narrativa al ‘estilo AMLO’

Quintana destaca que una de las razones de la victoria de López Obrador en las elecciones de 2018 (donde obtuvo más de 50 por ciento de los votos), fue construir una historia que hizo ‘clic’ con las y los ciudadanos, una estrategia que Va por México tiene que reproducir.

“Fue la narrativa de corruptos contra honestos; el pueblo bueno contra los oligarcas; los neoliberales contra los nacionalistas. Esa confrontación fue la que convenció a los electores”, señala.

Candidata o candidato tiene que ‘atraer’ a electores

Va por México necesita encontrar en sus filas a alguien que “pueda identificarse con los grandes grupos del electorado”, apunta el periodista, pero que también sea capaz de atraer el voto de indecisos e incluso de morenistas moderados.

¿La mala noticia para la alianza? “Hasta ahora no lo hay”, comenta el analista.

Campaña exitosa

Quintana hace mención a que hasta los mejores candidatos fueron derrotados no por sus contrincantes, sino por la forma en que llevaron sus campañas a la Presidencia.

“Uno de los mejores ejemplos de una campaña desastrosa fue la de Josefina Vázquez Mota en 2012, que puso el énfasis en su diferencia con Calderón. Eso fue el suicidio. Pero hay muchos otros ejemplos: Labastida, Meade, Madrazo”, agrega.

Por ello, para 2024 y en “estos tiempos de redes sociales”, la oposición necesitará talento político y creativo para apoyar a su abanderada o abanderado.

Si Va por México se la pasa ‘peleando’ con AMLO, perderá

Cuando inicien las campañas en 2024, Va por México debe enfocarse en que su rival será la ‘corcholata’ elegida por Morena para la elección, no el presidente López Obrador pues, advierte Quintana, es muy probable que la aprobación al mandatario consiga mantenerse en niveles aceptables.

“Si la oposición no entiende que la pelea tiene que ser con el posible sucesor de AMLO y no él, se va a enfrascar en una contienda que tiene perdida. López Obrador, en cambio, va a hacer todo lo posible para que la competencia sea con él”, añade.

En ese sentido, el periodista subraya que la oposición también debe aprovechar los desacuerdos que provoque la elección del o la abanderada morenista para convertirlos en un grieta dentro del “movimiento social de grupos muy heterogéneos que alcanzó cohesión por la presencia de López Obrador”.

“Hay que entender que Morena no es un partido político. Vaya, ni siquiera es un movimiento que tenga una identidad ideológica definida”, apunta.

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