El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) se comprometió a poner fin a los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP), mejor conocidos como el programa Quédate en México, de forma rápida y ordenada.
Este anuncio se dio después de que una corte de distrito levantara la orden judicial que requería a este órgano volver a implementar el protocolo.
A través de un comunicado difundido por la embajada de Estados Unidos en México, el DHS expuso que “las personas ya no están siendo registradas en los MPP, y las personas que actualmente son parte de los mismos en México, serán desafiliadas cuando regresen para su próxima cita programada en la corte”.
Puntualizó que “las personas desafiliadas del MPP continuarán con sus procedimientos de deportación en Estados Unidos”.
Este programa, implementado en 2019 durante la presidencia de Donald Trump, como un esfuerzo para frenar la migración, obligaba a los migrantes que buscaban ingresar a la Unión Americana a esperar en México mientras se resolvía su caso.
El presidente Joe Biden intentó acabar con los MPP, tras haber asumido el cargo, en enero de 2021.
Sin embargo, la suspensión fue restablecida por un juez en agosto del año pasado, obligando al DHS a retomar el programa. Ahora, con esta decisión, el programa puede ser terminado de manera definitiva.
Según el DHS, estos procedimientos “tienen fallas endémicas, imponen costos humanos injustificables y sustraen recursos y personal de otros esfuerzos prioritarios para asegurar nuestra frontera”.
Ahora, el departamento aseguró que proporcionará información adicional; sin embargo, pidió a los migrantes registrados en estos procesos que sigan las instrucciones establecidas en sus documentos legales para presentarlas, de ser necesario.
Al mismo tiempo, el DHS expuso que “sigue haciendo cumplir las leyes de inmigración y salud pública de nuestra nación, incluida la orden de salud pública del Título 42 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)”.
Esta política fue implementada por Trump como parte de su estrategia para disminuir los contagios de Covid-19, y permite al gobierno estadounidense regresar a todos los migrantes que entran por tierra, incluso antes de poder pedir asilo, utilizando la pandemia de coronavirus como pretexto.