Los vuelos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se reducirán en este año para enfrentar problema de saturación, anunció este jueves el presidente Andrés Manuel López Obrador y aclaró que la decisión no tiene que ver con los trabajos de rehabilitación en la Terminal 2.
“Ya nos reunimos y se acordó que se va a reforzar, de todas formas ya también se tomó la decisión de limitar el número de vuelos, no hay mucho riesgo de que se esté trabajando en reforzar terminal y que al mismo tiempo estén operaciones aéreas, se van a limitar vuelos porque está saturado”, explicó.
La reducción de vuelos se determinará a partir de un análisis técnico y profesional.
“No solo son más vuelos de los que puede operarse en el aeropuerto sino más pasaje, alguien hacía la observación que los aviones son más grandes que los de antes y esto significa más gente”, detalló el mandatario y sugirió que las operaciones se trasladarán al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) aunque no reveló la cantidad.
“Son muchas las operaciones en el aeropuerto y tenemos el de Santa Lucía entonces se va a ordenar lo del uso del aeropuerto”.
Trabajos de reforzamiento en Terminal 2 del AICM
López Obrador también anunció que los trabajos de reforzamiento de la Terminal 2 del AICM comenzarán este año y estarán a cargo del gobierno de la Ciudad de México.
“La obra es para reforzar sobre todo la cimentación porque tiene problemas estructurales y ya hay un proyecto con ese propósito, ya nos reunimos y se acordó”, expuso.
Sobre el dictamen técnico realizado para decidir si es necesario apuntalar o reconstruir la terminal, el presidente reveló que el gobierno se decantó por la segunda.
“Lo vamos a hacer porque está por medio la seguridad de la gente, nada más que conste que cuando hicieron esa terminal hablaron de que era para 50 años y no aguantó porque no la hicieron bien pero no nos vamos a poner a ver eso, tenemos que garantizar la seguridad de la gente”.
Integrantes del Instituto de Ingeniería de la UNAM y especialistas en estructuras participaron en la elaboración del dictamen y recomendaron la intervención del gobierno.
Los trabajos implicarán una inversión de 600 millones de pesos que serán aportados por la federación. Se prevé comenzar con la reconstrucción antes de finales del 2022, una vez que termine el proceso de licitación.