La ambición de lograr cargos bajo la sombra de Andrés Manuel López Obrador fue lo que llevó a actuales funcionarios de alto nivel del gobierno federal a ser los recaudadores que encumbraron al Presidente de la República como El rey del cash, para sostener tres campañas presidenciales por todo el país y fundar un partido como Morena, con más de 10 millones de militantes.
Al menos esa es la visión de Elena Chávez, exesposa de César Yáñez, el colaborador más cercano del mandatario hasta 2018 y hoy subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos, quien estuvo dentro del Gobierno del Distrito Federal desde donde se habrían triangulado impuestos, se armaron charolazos y moches.
Recomendado por Marcelo Ebrard, hoy secretario de Relaciones Exteriores, Gabriel García, hoy senador, “se volvió el mayor administrador del cash”, mediante un “laboratorio de lavado de dinero” que se generaba mediante la AC Honestidad Valiente, creada por Julio Scherer, exconsejero jurídico del Presidente, dice el libro de la periodista.
A su vez, Ebrard, al alcanzar “su sueño” de ser jefe de Gobierno, entregó “mensualmente millonadas” al mandatario mediante su secretario de Finanzas, Mario Delgado, hoy líder de Morena, señala el texto.
La instrucción era dar en efectivo a Alejandro Esquer, desde entonces secretario del mandatario, y, en caso de ser sorprendidos, debían asumir la culpa, según Chávez.
Delgado entregaba el dinero en maletas y Ariadna Montiel, secretaria del Bienestar y exdirectora de la red de transporte RTP, en sobres.
Octavio Romero, director de Pemex y exoficial mayor del GDF, “institucionalizó el moche” para los trabajadores del gobierno capitalino y continuó con la gestión de Alejandro Encinas, relata el texto.
Empresarios como José María Riobóo, Miguel Rincón, Ricardo Salinas Pliego y Carlos Lomelín también son citados.