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Eclipse de luna noviembre 2022: ¿Cómo afecta la ‘Luna de Sangre’ a las personas?

Según la astrología, los eclipses pueden influir en nuestras emociones o sentimientos, como momentos de alteración, desorden, desconcierto o confusión.

Este será el último eclipse total de luna que la tierra presenciará en los próximos tres años. (Shutterstock)

Durante las primeras horas del martes 8 de noviembre nuestro satélite natural dará un espectáculo celestial. La luna llena, también conocida como Luna del Castor traerá consigo un eclipse que podrá observarse desde algunos países, entre ellos México.

La luna se tornará de un rojo opaco mientras la luz de las estrellas se debilita pero eso no es todo, el planeta gigante de hielo, Urano, será visible a un solo dedo de distancia del fenómeno, según el pronóstico de la NASA.

¿Cómo afectan los eclipses a las personas?

Un eclipse Lunar siempre es una Luna llena y, de acuerdo con la astrología, usualmente marca finalizaciones. También puede relacionarse con confusión y momentos particularmente adecuados para esconder, ocultar, fomentar o expandir “sombras” de manifestación emocional.

En algunas culturas se asociaba a los eclipses con mitos. Los antiguos chinos creían que un dragón se devoraba al Sol y enviaban a sus soldados a tirar flechas encendidas para que el luminar no se apague.

“Durante los eclipses de Luna nuestras emociones y sentimientos pueden desbordarse hasta un punto de ser percibidos claramente por los demás, pueden presentarse momentos de alteración, desorden, desconcierto o confusión, un sentimiento teñido de nostalgia o pesimismo por cosas de la vida que uno siente que está dejando atrás, y, lo que parece ser, en realidad no es”, señala Clarín.

Según la astrología, los eclipses afectan un determinado punto y su opuesto. Y, en el caso de estar afectado dicho eclipse por malos aspectos, también los consideraremos como puntos sensibilizados por el fenómeno.


Las fases lunares y su influencia en las personas

Durante siglos, la relación entre la conducta humana y las fases lunares ha fascinado a propios y extraños. No son pocas las historias y fábulas que conectan nuestros actos con la Luna: quizás el ejemplo más conocido sea el de las criaturas míticas, entre las que se encuentran los hombres-lobo. No sorprende demasiado, visto lo visto, que hasta 1930 el término “lunático” (del latín lunaticus , que significa “de la Luna”) fuera empleado para referirse a personas consideradas enfermas mentales, locas o imprevisibles. A partir de entonces se obtendrá a utilizar términos más apropiados y sensibles a la gravedad del asunto.

Hubo un tiempo en el que se creyó que las fases lunares provocaban insólitos cambios en la fisiología de algunas personas e incidían directamente en el comportamiento de la sociedad, dando lugar a un amplio abanico de alteraciones que iban desde la tasa de nacimientos hasta la fertilidad, pasando por la epilepsia. No son pocos los que aún creen que las cifras de altercados violentos y el desorden público aumentan cuando la Luna está llena .

Una serie de estudios publicados a finales de la década de los ochenta no halló pruebas de ningún tipo que permitieran relacionar las fases lunares y el comportamiento humano. La influencia de la Luna sobre nosotros conserva su aura de leyenda, pero la confusión que siembra sobre los animales salvajes es real como la vida misma.

-Con información de The Conversation y Clarín.

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