Miguel Ángel Félix Gallardo permanecerá preso por tiempo indefinido, luego de que las autoridades federales rechazaran el brazalete electrónico para acceder a la prisión domiciliaria autorizada por un Juez.
El pasado 9 de septiembre, el Juez Séptimo de Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México avaló que Félix Gallardo acceda a la prisión domiciliaria, la cual debía concretarse a más tardar el 17 octubre.
No obstante, ese mismo día el citado juzgador dio por recibido un escrito signado por el representante legal de la empresa que contrató la familia de Félix Gallado para obtener el brazalete electrónico que se le solicitó.
En dicho escrito, la empresa explicó que el 15 de octubre notificó formalmente a la familia de Félix Gallardo que se dio por terminado el contrato de arrendamiento y prestación de servicios del brazalete de monitoreo y emisión de alertas.
Recordó que el contrato fue celebrado el 12 de septiembre y, según la empresa, se revocó “por causas de fuerza mayor”, debido a que quedó imposibilitada para cubrir los requerimientos que le solicitó la autoridad.
En una notificación publicada este miércoles, no se detalla en qué consiste dicha imposibilidad, solo menciona que la cancelación del contrato se avala por la hipótesis de fuerza mayor contemplada en la cláusula décimo octava del mismo.
Por ello, el Juez dejó sin efectos la fecha señalada para las 16:00 horas del 17 de octubre pasado, para la continuación del desahogo de la diligencia relativa a la colocación del brazalete electrónico a Félix Gallardo.
El juez reiteró que para la materialización de la sustitución de la pena que actualmente se encuentra compurgando Félix Gallardo, se dejan a salvo las medidas de seguridad impuestas y sus derechos para cumplir con los requisitos para acceder a la prisión domiciliaria.
Al momento se desconoce si el Juez fijó un nuevo plazo para concretar la salida de prisión del fundador del Cártel de Guadalajara, y que este pueda irse a su casa a terminar de cumplir con su sentencia de 40 años de prisión.
Gallardo, de 76 años, solicitó la prisión domiciliaria alegando una serie de padecimientos crónicos, entre ellos la pérdida de la audición y la vista. Y aunque se autorizó su solicitud eso no ha ocurrido.
Por ello, sus abogados promovieron un amparo alegando tortura psicológica contra el Jefe de jefes.
Félix Gallardo cumple una pena de 40 años de prisión que se le impuso por delitos contra la salud, acopio de armas y otros, la cual cumpliría hasta marzo de 2029.
Además, en Estados Unidos lo reclaman en extradición para someterlo a juicio como responsable del secuestro y asesinato del agente de la DEA Enrique, Kiki, Camarena Salazar, ocurrido en México en febrero de 1985.