“Hoy todo el mundo dice sorprenderse de lo que era un ‘secreto a voces’, y del que más de uno fue cómplice con su silencio”, subraya el diputado Gerardo Fernández Noroña acerca del juicio contra Genaro García Luna, secretario de Seguridad en el sexenio de Felipe Calderón, que enfrenta cargos por su relación con el narcotráfico y por declaraciones falsas.
Tras el comienzo del juicio contra García Luna, circularon en redes sociales las veces que Noroña le dijo de frente que era un asesino, esto mientras el jefe policiaco comparecía en la Cámara de Diputados.
“¡Asesino! ¡Eres un asesino!”, gritó Noroña, quien bajó de su lugar en tribuna para señalar a García Luna con el dedo al final de su mensaje referente al cuarto informe de gobierno de Felipe Calderón en 2010.
12 años más tarde, Fernández Noroña cuenta a El Financiero acerca de aquellas confrontaciones, lo “poderoso” y “peligroso” que era García Luna, y las implicaciones que tendrá el juicio.
Vínculos de García Luna con el Cártel de Sinaloa ‘ya se sabían’
Noroña afirma que las cosas de las que actualmente acusan a García Luna ya se sabían desde hace años.
“¿Si no, cómo lo decía yo? Sin embargo, la información estaba perdida en notas secundarias, nunca estaba en primera plana. Hoy se recuerda mi posición en las tres comparecencias, y yo todo el tiempo señalé su complicidad con el grupo del ‘Chapo’, su carácter de asesino y el peligro que representaba. Decían que yo era un majadero y era un época muy dura, donde el poder de Felipe Calderón era muy grande”, explicó.
El diputado del PT, que en aquel entonces formaba parte de la mesa directiva de la Cámara Baja, asegura que siempre se mantuvo firme y fue preciso en el tema de García Luna al acusar sus nexos con el narco y su presunto enriquecimiento ilícito.
¿Qué pruebas tenía?
La primera venía de la declaración patrimonial de García Luna, quien tenía un patrimonio por 42 millones de pesos, incluyendo una casa de 20 millones de pesos.
Noroña cuestionó de dónde había sacado el dinero para pagarla y el ex jefe policiaco respondió, bajo juramento, que a través de un crédito hipotecario.
El diputado presentó después, en el pleno de San Lázaro, la copia de la escritura pública de aquella casa de 20 millones de pesos, en la que se demostraba que fue comprada de contado. Sin embargo, el Gobierno de Calderón no investigó el asunto y ningún periodista le pidió copia del documento.
La segunda prueba era un documento de investigación del Senado estadounidense sobre el operativo ‘Rápido y Furioso’, que presuntamente introdujo armas provenientes de Estados Unidos a México, con algunas de ellas terminando en manos del crimen organizado.
El documento sobre la operación que ocurrió mientras García Luna era titular de Seguridad era del conocimiento de Marisela Morales Ibáñez, entonces titular de la Procuraduría General de la República (PGR). Sin embargo, ella “negó que lo sabía” según las declaraciones de Fernández Noroña.
“Hay que proceder contra la funcionaria, ahí están las pruebas”, dijo Noroña al entonces presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados. Legisladores del PRI y del PAN no hicieron nada.
‘No me da gusto lo que vive García Luna’
“Yo creo que se lo ganó, creo que está enfrentando a una ‘trituradora de carne’ que no es un órgano de impartición de justicia... está pagando las consecuencias en el sistema”, argumenta Noroña.
El diputado no piensa en lo que dijo para ahora decir “¿Ya ven? Se los dije” o algo parecido, sino que él se mantuvo firme y confrontó a García Luna por lo que representaba.
“Hoy debe responder por sus delitos, pero no estaba solo, Calderón estaba ahí, así como muchos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos y empresarios”, agregó.
Noroña recordó que Carlos Slim recomendó a García Luna para la Secretaría de Seguridad, mientras que Luis Cárdenas Palomino (su mano derecha) trabajaba para el grupo de seguridad de Carlos Salinas Pliego en TV Azteca.
“Para que un político sea corrupto tiene su contraparte en la iniciativa privada, y a los políticos los tienen como ‘dados’, mientras que a los empresarios los siguen respetando” criticó.
Fernández Noroña aseguró que García Luna nunca lo amenazó y tampoco respondió a sus acusaciones durante las comparecencias. Incluso dijo que en 2012 el expolicía fue “gentil” con él y que ninguna persona cercana le recriminó sus declaraciones.
Al reconocer la peligrosidad de García Luna, quien presuntamente buscó matar a testigos que hablaran en su contra durante el juicio, Noroña aseguró que incluso los legisladores panistas le decían que tuviera cuidado, ya que iba demasiado lejos con sus actos en la Cámara Baja.
Sin embargo, Noroña no se salvó de “una campaña en su contra”, ya que hubo gente que le recriminaba en la calle por sus acusaciones, así como periodistas que lo tachaban de irresponsable.
El resultado fue que el propio PT lo dejara “fuera y desamparado” rumbo al proceso electoral de 2012.
A pocos días del comienzo del juicio contra García Luna, Fernández Noroña asegura que todo se perfila para ser un gran escándalo, y aunque espera una respuesta ‘tibia’ de las autoridades contra Calderón, la CIA y la DEA por la supuesta relación con el Cártel de Sinaloa, sí le gustaría que procesen al expresidente mexicano, ya que estuvo al mando mientras operó García Luna, y según el diputado, ambos son narcos.