Óscar Nava Valencia, el Lobo Valencia, líder del Cártel los Valencia o del Milenio, fue exhibido ayer en la Corte de Nueva York como un testigo poco fiable, pues de sus dichos de que sobornó a Genaro García Luna no hay registro, más que su palabra.
En un día más del juicio en Estados Unidos a Genaro García Luna, Nava Valencia fue llamado al estrado como “testigo colaborador” del gobierno, y acusó que entregó personalmente a García Luna más de 10 millones de dólares a cambio de protección e información.
Dijo que se reunió dos veces con el exsecretario de Seguridad, en Jalisco y Morelos; e incluso, aseguró que García Luna ayudó al Cártel de Sinaloa tras la incautación que hizo la Marina de 20 toneladas de cocaína.
Según Valencia, García Luna fue llamado a cuentas por Arturo Beltrán Leyva, a quien le entregó información de la DEA para demostrar que la droga fue detectada por los estadounidenses desde Colombia.
Nava Valencia aseguró que la información obtenida de García Luna evitó al cártel pagar 50 millones de dólares de indemnización a los colombianos.
Relató otra reunión en 2008, en Guadalajara, en la que le dieron a García Luna tres millones de dólares para afianzar su alianza, tras la ruptura del Cártel de Sinaloa con Beltrán Leyva.
Tras el testimonio del Lobo Valencia, el juez Brian Cogan advirtió una vez más que no tolerará testimonios de gente a la que no le consten las cosas. Y es que la defensa de García Luna, en el interrogatorio, desarmó a Nava Valencia. Puso en jaque la credibilidad de sus dichos y lo orilló a dudar y contradecirse.
Primero sobre el número de personas que mandó matar. Dijo que más de 100, pero no pudo dar cifra exacta. De cómo se enteró de la captura de García Luna, primero dijo que en las noticias y luego que por la DEA.
De por qué nunca hizo acusación contra García Luna, aseguró que nadie le preguntó, luego adujo temor.
Y finalmente la defensa evidenció que, en diciembre, Nava Valencia dijo a los fiscales que no era cierto que conociera a García Luna. Hoy, volvió a lo del miedo.
El capo reconoció que tras un regaño de agentes de la DEA volvió a la versión de que sí conocía a García Luna, todo por los beneficios que le ofrecieron, entre ellos tener a su familia en Estados Unidos al quedar libre en 2025.
Nava Valencia reconoció que no hay evidencias que sustenten su dicho. “O sea que se trata de confiar sólo en su palabra?”, le cuestionó la defensa. “Si lo pone así… sí”, respondió.
En tanto, ayer la FGR obtuvo una tercera orden de aprehensión contra García Luna, ésta por enriquecimiento ilícito por 27 millones de pesos.