“Por 45, todos en 35 hasta nueva orden”, esas eran las órdenes que, según el testimonio de un expolicía federal en el caso contra el exsecretario mexicano de Seguridad Pública Genaro García Luna, se transmitían a través de la radio en el aeropuerto de Ciudad de México cada vez que una maleta con droga o dinero llegaba o salía.
El expolicía Raúl Arellano Aguilera, que compareció como testigo de la Fiscalía, aseguró que en lenguaje policial, este código significaba que “por una orden superior (45)” debían dejar de actuar (35) temporalmente.
Según el testigo, cuando llegaba esta directriz, que solía estar vigente entre una y dos horas y que era emitida “una o dos veces por semana”: “Tenía que permanecer en mi área sin hacer revisiones o detenciones”.
Aguilera explicó que cuando empezó a trabajar en el aeropuerto, en 2007, estas órdenes le extrañaron, y pronto descubrió que estaban relacionadas con el trasiego de droga y dinero y que coincidían con la llegada de vuelos de Centroamérica y con la salida de aviones hacia Estados Unidos y algunas veces a Europa.
A preguntas de la Fiscalía, contó que un grupo de policías, entre ellos el “número dos” de la seguridad del aeropuerto, que identificó como “Israel Espinosa”, se ausentaba durante la vigencia de esas instrucciones dadas por radio y volvían después con claras expresiones de alegría.
Medios de comunicación mexicanos, salpicados en el juicio
Los medios de comunicación mexicanos se han visto salpicados en el juicio por narcotráfico Genaro García Luna, en relación con la detención, en enero de 2008, del capo de la droga Jesús Reynaldo Zambada, alias “El Rey”.
El narcotraficante colombiano Harold Mauricio Poveda Ortega, alias “El Conejo”, que trabajaba en México para el cartel de Sinaloa, aseguró este miércoles que Arturo Beltrán Leyva, líder del cartel de los Hermanos Beltran Leyva, le pidió el día de la captura de El Rey que le enviara “de manera urgente” 300 mil dólares para que los medios de comunicación difundieran rápido la noticia.
Según el relato de El Conejo, que proveía a Beltrán Leyva con cocaína procedente de Colombia, El Rey había sido detenido en un operativo formado por agentes de policía junto con sicarios del clan de los Beltrán Leyva y después fue entregado a la Policía Federal.
Los narcotraficantes temían que la Policía Federal lo pusiera en libertad o negociara su liberación.
“Arturo Beltrán me llama y me dice que, por favor, le haga llegar 300 mil dólares urgentemente para hacer llegar rápido el dinero a los medios de comunicación, para que empezaran a anunciar en los medios” la detención, dijo El Conejo, que actualmente se encuentra en libertad condicional en Estados Unidos en espera de su sentencia por narcotráfico.