El presidente Andrés Manuel López Obrador puso -de nuevo- en incertidumbre el futuro del avión presidencial, tan solo tres meses después de afirmar que la aeronave pasaría a manos de la Secretaría de la Defensa (Sedena) y formar parte de la flotilla de aviones de la nueva Mexicana de Aviación.
Durante la conferencia de prensa matutina de este lunes 13 de febrero, el mandatario mexicano recordó que le propuso a su homólogo estadounidense Joe Biden ‘cambiar’ el avión presidencial mexicano por aviones y helicópteros dedicados al socorro en caso de desastres naturales... y que sigue en espera de una respuesta.
“Ese avión no lo tiene ni Obama que, por cierto, no lo hemos podido vender. Ahora que vino el presidente Biden (en enero de 2023) le pedí que nos ayudara y aprovecho para recordarle [...] que le mandábamos el avión y que nos mandaran aviones de carga, helicópteros para apagar incendios, que nos ayudaran con eso y me dijo que lo iban a ver”, dijo AMLO en Palacio Nacional.
Esta nueva declaración de intención de deshacerse del avión presidencial podría pasar como ‘una más’ de las incontables estrategias que ha probado el gobierno de la Cuarta Transformación para vender la lujosa aeronave; sin embargo, esta afirmación destaca ya que el avión había sido comprometido a la secretaría de Luis Cresencio Sandoval para formar parte de la nueva aerolínea militar que estará lista en unos meses.
El pasado 11 de noviembre de 2022, el titular del Ejecutivo declaró que el avión comprado por el expresidente Felipe Calderón será utilizado para viajes especiales, ya que por sus características no se puede usar para vuelos al interior del país.
“Ya tomamos la decisión, como va a haber una nueva línea aérea, se va a entregar a Mexicana de Aviación para viajes especiales, para quienes quieran ir a Europa u otro continente, se rentaría para llevar a familias, trabajadores, etc.”, dijo AMLO en una conferencia realizada en Yucatán.
¿Se habrá arrepentido AMLO de esta decisión?