Una caravana con más de 2 mil migrantes partió este domingo de Tapachula, Chiapas con rumbo a la Ciudad de México con el objetivo de solicitar un permiso para circular por el país sin ser detenidos en estaciones migratorias.
Como en caravanas anteriores, cientos de niños, niñas y bebés de brazos se trasladan con sus familias después de haber sido hacinados en pequeños cuartos a la espera de que autoridades migratorias les permitieran avanzar en su viaje.
En este contexto, es que la experta en Seguridad y Migración, Eunice Rendón Cárdenas, recuerda que una buena parte de los migrantes que atraviesan México en busca de mejores condiciones, son menores de edad.
“Los niños ocupan un porcentaje importante hoy en el tema migratorio, solos o acompañados, del 2014 a la fecha, más de 800 mil niños han transitado por nuestro territorio”, precisó durante el foro EF. MeetPoint: Los desafíos de la migración México-EU.
De acuerdo con la experta, estos niños se enfrentan a diversos factores de riesgo desde su salida del país de origen, durante su tránsito y hasta la llegada al país destino.
En territorio mexicano, por ejemplo, son reclutados por el crimen organizado para llevar a cabo actividades criminales en ambos lados de la frontera, ya que al ser menores de edad, autoridades de Estados Unidos no los pueden arrestar. Según explica Rendón, los criminales les encomiendan una labor circular (salen y regresan al territorio) por eso se les conoce como “niños de circuito”.
A pesar de los riesgos, la entrada de niños migrantes al país no disminuye. La Agencia de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) señala que ha habido un aumento de este sector desde el inicio del año 2021.
La directora ejecutiva de la organización, Henrietta Fore, denuncia este alarmante aumento y explica que “estos niños llegan después de peligrosos viajes de hasta dos meses, solos, agotados y con miedo. A cada paso corren el riesgo de ser víctimas de la violencia y la explotación, del reclutamiento por parte de las bandas y de la trata, que se ha triplicado en los últimos 15 años”.
¿Por qué la militarización en fronteras provoca que los migrantes se conciban como criminales?
Ante el miedo que despierta la entrada de migrantes sudamericanos, centroamericanos y caribeños a México, la especialista en Gestión de Políticas Migratorias Internacionales, Nadine Cortés, señala que esta visión de rechazo surge a partir de las medidas para militarizar las fronteras.
Durante su intervención en el foro, la especialista explicó que al mandar elementos de seguridad para impedir la entrada de migrantes, se da a entender que estos últimos constituyen un peligro para la nación.
“Preguntar que si hay terroristas entre los migrantes, es una pregunta sumamente válida y tiene que ver con esta inercia que tenemos a criminalizar la migración, no podemos distar de este pensamiento cuando justamente tenemos las fronteras militarizadas [con] instancias vinculadas a la seguridad nacional”, comentó.
De acuerdo con Cortés, no existen datos duros sobre la entrada de criminales en la frontera sur pero el Instituto Nacional de Migración (INM) intenta blindar esta posibilidad al tomar fotografías de las personas con tatuajes y enviarlas a Seguridad Nacional para revisar si hay relación de dichas personas con pandillas de otros países.
Recordó que por el territorio circulan flujos mixtos compuestos por migrantes que huyen de su país en busca de mejores condiciones y son ellos más bien, las víctimas del crimen organizado ya establecido en México.