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Día del Perro en México: ¿Cuándo se celebra y por qué queremos tanto a los ‘lomitos’?

La celebración del Día del Perro comenzó en 2004, a propuesta de conmemorar su cariño y compañía, así como concientizar sobre sus cuidados y el no abandono.

En México, el Día del Perro se celebra desde 2012. (Cuartoscuro)

Los perros representan un lazo fraterno con millones de personas en todo el mundo, al grado de que hay quienes les lloran más a ellos que a sus familiares o amigos cuando fallecen, de acuerdo con un estudio del departamento de Psicología de la Universidad de Central Lancashire, en Preston, Reino Unido.

Por ello, desde 2004 se celebra el Día Internacional del Perro con el objetivo de concientizar sobre el abandono y la adopción de quienes son considerados popularmente como “los mejores amigos del hombre”.

¿En qué fecha se celebra el Día del Perro?

El 21 de julio es el Día Internacional del Perro, fecha que se celebra desde 2012 en México y donde además de conmemorar la compañía y el cariño de los perros, también se reconoce a los que, por sus características físicas, son entrenados para cumplir actividades especiales como compañía para personas con discapacidades o rescates en sismos y desastres naturales.

Año con año, el gobierno de México rinde homenaje a los elementos caninos que trabajan con el Ejército y los que sirven para atender a personas con problemas de ansiedad o ciegas, por poner algunos ejemplos.


De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un aspecto importante de el Día Internacional del Perro es fomentar los cuidados suficientes para darles la mejor calidad de vida. Cabe señalar que cerca del 70 por ciento de ‘lomitos’ viven en la calle.

¿Por qué amamos a los perros?

El estudio de Reino Unido propone que “las mascotas manipulan las respuestas humanas que han evolucionado para facilitar las relaciones humanas, principalmente (pero no exclusivamente) entre padres e hijos”.

Los perros tienen características que brindan una “atracción inicial”, así como características neotenicas que permiten que el humano con el que interactúan obtenga una satisfacción continua, similar a la que tiene con otras personas.

“Estos mecanismos pueden, en algunas circunstancias, hacer que los dueños de mascotas obtengan más satisfacción de su relación con las mascotas que con los humanos, porque brindan un tipo de relación incondicional que generalmente está ausente en aquellos con otros seres humanos”, argumenta la investigación.

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