Miles de migrantes de Haití, Venezuela, Cuba, y otras naciones se amotinaron la mañana de este lunes 18 de septiembre afuera de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en la ciudad de Tapachula, Chiapas, lo que provocó que mujeres y menores resultaran heridos ante el aplastamiento.
Las oficinas de la Comar permanecieron cerradas desde el viernes 15 de septiembre, por lo que el número de migrantes solicitantes de refugio se multiplicó y, este lunes, poco más de un millar de ellos buscaron desesperadamente ingresar a las oficinas.
Sin embargo, personal de vigilancia de la dependencia les impidió el paso, por lo que irrumpieron, dejando un número indeterminado de heridos.
Personal de la Guardia Nacional y policías que resguardan el edificio no pudieron contener a los migrantes, muchos de los que llevan más de cuatro meses esperando una cita y ser entrevistados, con la esperanza de que el gobierno mexicano les otorgue el refugio y con ello puedan estar en el país sin el temor de ser deportados.
La Comar cerró sus oficinas durante las fiestas patrias, lo que retrasó las citas. Al cierre de agosto, esta institución había acumulado 99 mil 881 solicitudes de refugio de las personas extranjeras que tienen algún temor fundado de regresar a su país de origen porque su vida corre riesgo.
La constancia que entrega la Comar al iniciar el procedimiento de reconocimiento de la condición de refugiado, protege a la persona extranjera de no ser devuelta a su país de origen y lo obliga a permanecer en la entidad federativa donde inició su trámite; por lo que las personas migrantes que permanecen en Tapachula buscan iniciar el procedimiento.
Afuera de las oficinas de la Comar hay unos 3 mil migrantes de diferentes nacionalidades esperando acceder a una cita y entrevista. En semanas recientes se multiplicó el número de extranjeros que han entrado al país por la frontera sur.
Cientos de ellos acampan en los parques de la ciudad de Tapachula, donde se ubica la COMAR, porque no tienen recursos económicos para rentar una casa o una habitación. Su estatus de migrante tampoco le permite acceder a un trabajo, lo que incrementa su desesperación por acceder al trámite de refugio.
El migrante cubano Mersin Marrillo exigió un mayor orden a las autoridades mexicanas. “Ahora mismo (queremos) la organización para que todo se mueva porque, si no, no avanzamos”, expresó a EFE.
Ante el caos, Ángel Milton Ordoñez, visitador general de migrantes de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), anunció que se habilitaría el parque ecológico de Tapachula para atender a los migrantes de manera digna.
“Nosotros en lo que acontece exhortamos a la población que evitemos la xenofobia, la discriminación y racismo con las personas migrantes, porque todos tienen derechos en igual de condiciones y son seres humanos y merecen respeto en su dignidad”, expresó.
El hecho refleja una nueva oleada migratoria en México, donde el flujo migratorio que pasa por el país hacia Estados Unidos ha repuntado tras la caída inicial que provocó en mayo pasado la expiración del Título 42 estadounidense, según reconoció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Además, la Comar reporta un incremento interanual de 30 por ciento de peticiones de asilo de enero a agosto de 2023, cuando registró un récord de casi 100 mil solicitudes.
Cuestionado por la llegada de miles de migrantes a Tapachula, Ordoñez señaló que es un tema internacional y desconocen qué sea lo que propicie el fenómeno.
“Debemos ser afines y conscientes y evitar en lo posible algún enfrentamiento con esta población”, añadió.
Con información de EFE.