El presidente Andrés Manuel López Obrador admitió en su ‘mañanera’ de este lunes la veracidad de las imágenes en la que convoyes de presuntos narcotraficantes son recibidos por habitantes de la sierra en Chiapas.
Sin embargo, el mandatario remarcó que esta no es “una situación generalizada” en el estado y adelantó que el Gobierno reforzará su presencia en la zona con el envío de más elementos de la Guardia Nacional.
“Sacaron un video donde van entrando a Frontera Comalapa 20 camionetas, y están al lado de la carretera gentes aparentemente recibiéndolos y sí, pueden ser bases de apoyo que hay en algunas partes del país porque les entregan despensas o por miedo porque los amenazan, pero no es un asunto general, es un asunto muy limitado a una región (pero lo sacan) como si dominara el narco en todo Chiapas y en todo México”, dijo sobre las imágenes divulgadas durante el fin de semana.
López Obrador comentó que grupos de la delincuencia organizada se disputan la zona para asegurar espacios en los cuales puedan resguardar la droga que trafican desde Centroamérica.
De hecho, el mandatario aseguró que los miembros de estos grupos cortaron la luz en algunas zonas de la sierra de Chiapas. López Obrador añadió que trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) entrarán en la zona hasta que se pueda garantizar su protección.
“Y se enfrentan. Afortunadamente no han habido muchos asesinatos”, comentó.
¿Qué sabemos de la pelea entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación?
Se calcula que 280 mil personas que habitan los municipios de Frontera Comalapa, Chicomuselo, Motozintla, Siltepec, Amatenango de la Frontera, Mazapa de Madero, La Grandeza y El Porvenir están ‘atrapados’ en los enfrentamientos que esos cárteles mantienen en la zona.
El sábado 23 de septiembre, en el crucero conocido como Chamic, un convoy de camionetas artilladas presuntamente del Cártel de Sinaloa, desfiló ante pobladores quienes fueron obligados a recibirlos con aplausos.
El Cártel de Sinaloa y el CJNG pelean el dominio de la región pues es clave para el traslado de la droga que ingresan a México. Esto ha hecho que los pobladores sean obligados a participar en la disputa colocando retenes; secuestrando a miembros rivales o cobrando cuotas, entre otras acciones.
“Los grupos delincuenciales se han apoderado de nuestro territorio y nos encontramos en estado de sitio, bajo psicosis social con narcobloqueos, que usan como barrera humana a la sociedad civil, obligándolos a estar y poner en riesgo su vida y la de su familia”, reclamaron las diócesis de San Cristóbal de Las Casas y la de Tapachula en comunicados.
Con información de Ángeles Mariscal