El presidente Andrés Manuel López Obrador insistió en que “yo ya me puedo ir mañana, estoy listo, estoy tranquilo, porque ya cumplí y contribuí a que cambiara la mentalidad de la gente”, dijo.
Aseguró que “yo me desaparezco terminando mi mandato y no vuelvo a participar en política, ni doy consejos a políticos, ni quiero ser líder moral, ni jefe máximo, ni caudillo, ni mucho menos cacique. Soy maderista, soy partidario del sufragio efectivo y de la no reelección; además, hay relevo generacional”.
“Hoy el pueblo está más consciente, es de los más conscientes del mundo, con menos analfabetismo de lo que sucede en otros países. Por eso me siento muy orgulloso, porque, a pesar de la pandemia, se redujo la pobreza y la desigualdad”, expuso en su conferencia mañanera.
También afirmó que, en cinco años, “a pesar de la pandemia, está creciendo la economía: ya rebasamos los 22 millones de trabajadores inscritos al IMSS, récord en empleos; récord en inversión extranjera, 30 mil millones de dólares en el semestre; principal socio comercial de Estados Unidos, el peso es la moneda más fortalecida en el mundo con relación al dólar. Reducción de pobreza, de desigualdad”.
En cambio –recordó– “el saqueo más grande que se ha llevado a cabo en toda la historia de México se cometió de 1983 a finales de 2018; son 36 años del llamado periodo neoliberal en los que saquearon más a México que en los tres siglos de dominación colonial”.
Sin embargo, pidió a sus adversarios “que no coman ansias”, porque “falta más de un año, porque trabajamos 16 horas al día, no ocho, y sábados y domingos, nos rinde más el tiempo y vamos a seguir llevando a cabo la transformación”.
Adelantó que “antes de que yo termine voy a volver a enviar una iniciativa, porque quiero que la Guardia Nacional dependa de la Secretaría de la Defensa para que no suceda lo que pasó con la Policía Federal”.
“Que no suceda lo que pasó con la Policía Federal, que se manejó sin disciplina, sin profesionalismo y se corrompió”, expuso. Además, detalló que “desde hace algún tiempo, en la academia militar y en las escuelas, se imparten materias sobre derechos humanos, se aplica el correcto uso de la fuerza y se evita la represión”.