Luego de que marinos de la Armada mexicana ocuparan sus instalaciones este año, Vulcan Materials busca la protección de la administración Biden ante lo que considera una amenaza de toma hostil de la propiedad por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La firma estadounidense de construcción denunció lo que calificó como una amenaza del Gobierno mexicano de declarar su propiedad en la costa caribeña como Área Natural Protegida o confiscarla por la fuerza a menos que la compañía acepte una oferta que implica una profunda infravaloración de los activos.
Vulcan, con sede en Birmingham, Alabama, dijo que se enteró a través de la prensa de que el líder mexicano pretende adquirir sus 2 mil 400 hectáreas de terreno al sur de la ciudad turística de Playa del Carmen por 360 mil millones de dólares. Pero en dos cartas dirigidas a los embajadores de ambos países, a las que Bloomberg News tuvo acceso, la compañía señaló que solo ha recibido una “valuación inadecuada” de la propiedad, que incluye el puerto de Punta Venado y la cantera de Sac-Tun.
La disputa es la más reciente en una serie de enfrentamientos con empresas que acusan a México de tomar decisiones arbitrarias e injustas que perjudican sus intereses y presuntamente violan el Estado de Derecho. Este mes, el Gobierno de AMLO reestructuró unilateralmente la forma en que los operadores aeroportuarios cobran por sus servicios, lo que provocó un desplome de sus acciones.
“Escribo para solicitarle a usted, al Departamento de Estado y al Gobierno de EU que protejan a nuestros empleados y nuestra propiedad en México evitando acciones de represalia” por parte de AMLO y su administración, dijo el director ejecutivo de Vulcan, Tom Hill, en la carta enviada al embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar. “No consideramos que la valuación sea una negociación seria y de buena fe, ni un intento razonable de resolver la disputa de manera justa”.
López Obrador ha dicho que Vulcan daña el medio ambiente local y debe hacerse responsable. Este mes acusó a Calica, una filial de Vulcan, de ocasionar “el mayor desastre ecológico causado por una empresa en la península de Yucatán” al violar las regulaciones ambientales en su extracción de piedra caliza.
AMLO ha adoptado un enfoque bastante enigmático hacia la comunidad empresarial. Si bien México ha experimentado un aumento en la inversión extranjera, ha estado marcado por medidas como confiscar un tramo de una línea ferroviaria propiedad de un empresario industrial multimillonario y ordenar la cancelación de proyectos en curso, como un aeropuerto y una planta cervecera.
Vulcan ha estado en litigios y arbitrajes con México desde 2018 en virtud del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que luego fue reemplazado por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) durante la Administración Trump.
Los legisladores del estado natal de Vulcan, Alabama, a quienes se contactó el miércoles para hacer comentarios, defendieron a la compañía.
La senadora republicana Katie Britt acusó al Gobierno mexicano de intentar “intimidar a esta empresa estadounidense respetuosa de la ley para quitarle las tierras y los activos que legítimamente posee, según la ley mexicana”.
“El resultado sería gravemente perjudicial tanto para México como para EU, incluida la pérdida de empleos y el daño a la economía y cadena de suministro estadounidenses para proyectos de infraestructura de crucial importancia”, indicó.
El representante republicano Jerry Carl dijo que las medidas contra Vulcan “son completamente inaceptables e instó a la administración Biden a utilizar todas las herramientas disponibles para evitar que México continúe con ataques contra esta empresa estadounidense que dañarán enormemente las relaciones comerciales de nuestros dos países”.
Mensaje desalentador
La empresa estadounidense de construcción alegó en marzo que las fuerzas armadas mexicanas se apoderaron de sus instalaciones en Punta Venado, lo que generó un punto crítico en las relaciones entre Estados Unidos y México.
Las operaciones en la cantera cercana de Vulcan están cerradas desde el año pasado debido a una disputa con AMLO, quien acusó a la empresa de extraer materiales sin los permisos adecuados y de cometer “ecocidio”.
El director ejecutivo de Vulcan defendió su historial medioambiental e hizo alusión a premios internacionales y sus esfuerzos de reforestación.
“El maltrato que hemos recibido del presidente López Obrador y su administración es incongruente con nuestro historial ambiental y social, es contrario al discurso mexicano y estadounidense sobre las relaciones transfronterizas y debería enviar un mensaje desalentador a otras empresas estadounidenses que estén evaluando estrategias de nearshoring”, dijo en la carta Hill, quien también es presidente de la compañía.
“Vulcan está abierto a entablar un diálogo con México para buscar una solución justa y equilibrada y continuaremos siguiendo el proceso de arbitraje formal que se lleva a cabo en el marco del TLCAN”, dijo el director ejecutivo.