La mayoría de los líderes quieren ser vistos con las víctimas tras la presencia de un desastre natural; sin embargo, este no ha sido el caso del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Las imágenes del primer viaje del presidente a Acapulco, azotado por el huracán ‘Otis’, de categoría 5, donde quedó atrapado en el barro tratando de llegar en automóvil a las zonas devastadas, lo han marcado. Por ello, de acuerdo con sus propias palabras, ahora quiere evitar el “espectáculo”.
“No puedo exponerme”, dijo López Obrador, explicando la falta de fotos o videos de él en la tradicional ciudad turística junto a la playa, que dijo que visitó varias veces después de la devastación del huracán, el pasado 25 de octubre.
López Obrador ha sido criticado por distintos políticos y comentaristas tomar distancia del desastre de Acapulco, absteniéndose de dar discursos o aparecer en los medios de comunicación en la ciudad, a pesar de su afición por la comunicación gubernamental implacable.
Por ello, el titular del Ejecutivo aprovechó su conferencia de prensa de este martes 13 de noviembre para contraatacar, diciendo que organizaciones de medios como Televisa y TV Azteca quieren un programa y darían espacio a provocadores para insultarlo ante las cámaras.
“Quieren espectáculo”, dijo desde el estado de Sinaloa, en el noroeste de México. “No me voy a prestar a ese tipo de provocaciones. Eso es lo que quieren”.
El presidente también señaló la foto ampliamente compartida de él caminando penosamente en el barro el día de su primera llegada a la zona devastada y dijo que sus rivales la habían utilizado para atacarlo. También se enojó con un informe local que afirmaba que las casas funerarias han contabilizado más de 300 muertes a causa del huracán, muy por encima de las 48 que el gobierno ha contabilizado oficialmente.
Se espera que AMLO viaje el miércoles a Acapulco, donde los residentes se han quejado de que los suministros básicos siguen siendo escasos. Luego irá a la cumbre del APEC en San Francisco.