La brutalidad inusitada del cártel de la Nueva Familia Michoacana en Texcaltitlán (al sur del Estado de México) atrajo de nuevo la atención de las autoridades.

De acuerdo con la Organización del Tráfico de Drogas este cártel no sólo lucra con el narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión, sino que también se ha adentrado en el tráfico de opioides.

La Familia Michoacana mantiene sus operaciones al suroeste del país. El gobierno tiene en su lista de objetivos a sus líderes, los hermanos Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga, identificados como El Pez y El Fresa.

Como su nombre lo dice, el cártel mexicano nació en Michoacán el siglo pasado, como respuesta a la violencia de Los Zetas, que empezaban a expandirse al noroeste del país. El fundador, Nazario Moreno armó una organización bajo el sello de la religión y cuyo motivo era el bien del pueblo.

La muerte de Moreno y la captura de otros jefes de plaza diezmaron el poder de la Familia Michoacana.

PERFIL: El Pez y El Fresa, líderes de la Familia Michoacana

Hace nueve años Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga tomaron el control de la Familia Michoacana. tras la caída de Jesús María Chávez, alias el Pony.

En 2014, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto inició una expansión sin freno del grupo criminal.

Con ellos frente se experimentaron una oleada de secuestros, asesinatos y extorsiones en los estados de Edomex, Michoacán y Guerrero. Por esta razón, el gobierno de Estados Unidos y México los catalogó como objetivos prioritarios.