A cuatro días del enfrentamiento suscitado en la localidad de Texcapilla, en Texcaltitlán, entre un grupo de 10 criminales del cartel de “La Familia Michoacana” y pobladores, quienes eran víctimas de extorsión por parte de “El Payaso” y sus gatilleros, el pueblo se encamina de forma paulatina a la normalidad en su vida cotidiana. Sin embargo, algunos vecinos denuncian que al menos 20 personas ya no están en el pueblo luego de lo acontecido.
Una de las pobladoras subrayó que tres de sus familiares ya no están, “la verdad, tenemos a nuestros familiares desaparecidos, sí, tengo a mi esposo, a mi papá y a mi cuñado desaparecidos, entonces, ¿qué hago?, ¿qué hacemos?, tenemos que estar aquí”, sostuvo.
Dentro de su pequeño negocio que ha reabierto, la lugareña añadió que, después de los hechos del viernes anterior en el que hubo 14 individuos sin vida, entre ellos cuatro pobladores, sus familiares salieron rumbo a la capital mexiquense, “en plan de trabajo, mi esposo tenía su camión cargado de caña, le dijo a mi papá, llévame, ellos no estuvieron ahí (en la batalla campal), ellos se sintieron libres, como se dice, si yo no pequé pues yo estoy libre, entons, pues no tengo miedo. A lo que escuché, reportaron 20 (comuneros desaparecidos)”.
A preguntarle a la señora si ella sentía más miedo antes, cuando los campesinos eran víctimas de extorsión, o ahora, tras el enfrentamiento con “La Familia Michoacana”, subrayó que “para mí, había más antes, para mí, pero muchas familias no lo ven así, por eso se fueron”.
De manera oficial no se ha informado si las personas que ya no están en Texcapilla fueron “levantados” por el crimen organizado o bien, luego de lo acontecido salieron de su lugar natal ante el temor de represalias por parte del citado cártel al que le ultimaron a 10 de sus miembros del crimen organizado, entre ellos su líder, conocido en la zona sur con el mote de “El Payaso”.
Es de referir que el pasado lunes, al entrevistar a una comunera, lamentó que en el transcurso del fin e inicios de semana, algunos de sus vecinos se habían ido y dejado cerradas sus viviendas, “de hecho, ya muchos se fueron de sus casas por miedo, pero pues yo digo que no pasa nada, que estén los policías aquí, Ejército y nos sentimos con más seguridad y protegidos.
Sentimos tristeza, yo siento tristeza porque digo, ¿cómo puede ser posible que en un solo momento acabó todo?, es lo que siento tristeza, entonces digo, ¿cómo es posible que los demás se hayan ido?, ¿por qué nos abandonaron?, es cuando debemos unirnos más, estar juntos, apoyarnos los unos a los otros, pero desgraciadamente no es así”, externó la vecina de Texcapilla.
Despacio, pero Texcapilla se levanta
Este martes, en el centro de esta pequeña comunidad enclavada en la región sur del Estado de México, comenzaron a abrirse algunos comercios y su gente a salir a las calles, con la confianza de que permanecen elementos del Ejército, de la Guardia Nacional y de la Secretaría de Seguridad del Estado de México.
Sin embargo, las dos escuelas de nivel básico que están en el centro de la localidad y la biblioteca pública, justo en las inmediaciones del campo de futbol donde se registró el encuentro a balazos y machetazos, abrirán hasta el año entrante, informó en su visita a la zona de conflicto la gobernadora mexiquense, Delfina Gómez Álvarez.
No se quebrantó la fe hacia la Virgen de Guadalupe
En este 12 de diciembre, cuando se festeja a la “Morenita” del Tepeyac, la iglesia de Texcapilla abrió sus puertas para celebrar la tradicional misa en la que la feligresía rezó con fe y devoción para que la paz y tranquilidad llegue pronto a este poblado de Texcaltitlán.
No les llevan “rancho” y ya sienten los estragos del hambre.
Policías estatales, bajo el mando del Secretario de Seguridad del Estado de México, Andrés Andrade Telléz, manifestaron que, desde que se desplegó el operativo de seguridad para resguardar a la población, no les han llevado de comer ni de beber y con su propio dinero se han alimentado con golosinas y tacos que han visto pasar.
Es de recordar que el sábado pasado, pasado el mediodía, por el centro de Texcapilla pasó un repartidor de panecillos, al que se le arremolinaron varios policías estatales para comprarle diversos productos “chatarra”.
Finalmente, los guardianes del orden piden a sus mandos superiores, les doten de sus alimentos mientras estén bajo resguardo de la población de Texcaltitlán.