La precandidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, retó a su contrincante, Claudia Sheinbaum, a un debate.
En redes sociales, la panista lanzó este desafío, después de que Sheinbaum dijera que no necesita que le den autorización.
“Si ya te dieron permiso, te reto a un debate este miércoles o jueves para hablar de seguridad, salud y corrupción”, lanzó Gálvez, con especial énfasis en este último tema.
En su video, la precandidata opositora sostuvo que hay que hablar de estos temas clave. “Estoy segura que a los mexicanos les encantaría, y a mí también. Sería padrísimo, ¿no?”, aseguró.
Es el segundo reto que lanza la precandidata opositora, que en la última semana ha subido el tono de su discurso. El primero fue durante el precierre de su precampaña el domingo, cuando le dijo “si te dan permiso, nos vemos en los debates”.
Sheinbaum le respondió al día siguiente y se limitó a decir que “no hace falta” que le den autorización.
Este hecho fue aprovechado rápidamente por Gálvez Ruiz, quien no perdió el tiempo y soltó esta nueva provocación para que discutan este miércoles o jueves.
A su llegada a Campeche, donde llevó a cabo un encuentro con militantes y simpatizantes del PAN, PRI y PRD, así como xochilovers, la precandidata insistió en su reto, y puso algunos temas a tratar sobre la mesa.
Entre los puntos clave, además de seguridad, salud y corrupción, Gálvez Ruiz agregó un punto delicado, al sumar a José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo Alfonso López Beltrán, los hijos del presidente López Obrador, quienes han sido señalados por actos de corrupción.
El mayor, José Ramón, por la casa gris donde vivió en Houston. Andrés Manuel porque sus cercanos se habrían enriquecido con tratos de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en Quintana Roo, y Gonzalo Alfonso, que presuntamente ayudó a sus amigos a enriquecerse a costa de vender balasto, la piedra que se utiliza en las vías, para que por ahí pase el Tren Maya.
Por esto, Gálvez Ruiz sentenció que “es importante que hablemos de los hijos del Presidente, de sus negocios en los estados, justamente por acá tienen sus negocios con el Tren Maya, con las medicinas en Quintana Roo”.
Momentos después, la panista agregó un nuevo tema, aprovechando la coyuntura en la capital del país.
“Me encantaría preguntarle quién es la empresa constructora que está haciendo el tren en la Ciudad de México porque este martes se cayó, y yo tengo entendido que ella lo fue a supervisar en mayo de este año (sic) y se ve que no supervisa nada bien”, sentenció.
Por esto, la precandidata sostuvo que es necesario hablar “frente a frente” y “sin careta”, para que ambas puedan decirse de todo y cuestionarse una a la otra directamente.
“Hay mucho que debatir. Me encantaría que aceptara”, concluyó la precandidata de la coalición opositora.
Al hablar sobre el formato para los debates que estableció el Instituto Nacional Electoral (INE), la opositora no se mostró contenta con lo establecido por los consejeros.
“Me extraña que sólo dos debates sean obligatorios, creo que deben ser obligatorios los tres. Me preocupa que los tres debates sean en la Ciudad de México, como si no existiera el sur o el norte del país”, apuntó.
Asimismo, confesó que “todavía no veo el debate (el formato)”; sin embargo, agregó que “suelen ser bien aburridos. Por eso yo quiero debates sin esas reglas tan estrictas donde no puedes interrumpir, donde no puedes tomar más minutos. ‘Le quedan a usted cinco segundos para decir lo que piensa’, creo que no es un buen formato”.