Los dos ciudadanos mexicanos que viajaban a bordo de un buque británico, que fue secuestrado el 19 de noviembre en el mar Rojo por un grupo rebelde de Yemen, se encuentran en buen estado de salud, sin sufrir de algún maltrato o abuso, informó este lunes la Secretaría de Relaciones Exteriores.
En un comunicado, la SRE dijo que desde que tuvo conocimiento de esta situación, a través de sus embajadas en Arabia Saudita e Irán, “ha mantenido comunicación permanente con autoridades e interlocutores del liderazgo hutíe, así como numerosas reuniones para solicitar la liberación de los dos tripulantes mexicanos”.
Agregó que a partir de dichos acercamientos, “se ha facilitado el contacto entre ellos y sus familias, y se ha corroborado que se encuentran en buen estado de salud, sin sufrir de algún maltrato o abuso”.
La cancillería mexicana dijo también que el embajador de México en Irán “sostuvo una llamada con ambos mexicanos quienes informaron que reciben un trato adecuado, que se encuentran en buen estado de salud y que las condiciones a bordo del buque en el que permanecen retenidos son adecuadas”.
Además, el cónsul honorario de México en Sanaa, Yemen, realizó una visita a los connacionales para constatar sus condiciones y estado de salud.
En tanto, señaló la SRE, la Subsecretaría de Relaciones Exteriores y la Dirección General de Protección Consular y Planeación Estratégica han transmitido por canales diplomáticos la prioridad de asegurar el retorno inmediato y seguro de los mexicanos y, por orden de la canciller mexicana Alicia Bárcena, “se ha mantenido comunicación constante y permanente con las familias de ambos mexicanos para mantenerles informadas sobre las acciones y gestiones realizadas”.
El 19 de noviembre de 2023, rebeldes hutíes secuestraron el carguero Galaxy Leader, que transportaba vehículos, en apoyo a Palestina y en favor del cese al fuego por el conflicto armado en la Franja de Gaza que enfrenta a Israel y al grupo Hamás desde hace poco más de un mes.
El carguero es propiedad de una empresa británica, pero es operado por la naviera japonesa Nippon Yusen (NYK Line), que ha detallado que su tripulación estaba compuesta en el momento de la incautación por 25 marineros de origen búlgaro, ucraniano, filipino, mexicano y rumano.
El navío incautado, que se dirigía desde India rumbo a Turquía, navegaba con bandera de las Bahamas y sería propiedad parcial del magnate israelí Rami Unger, lo que habría detonado la operación.