Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, es tiempo de que la oposición ya cambie sus asesores, pues no les ha funcionado nada en su contra, durante la conferencia de prensa que encabezó en Palacio Nacional.
“Tienen ahora dos cosas, como no les ha ido bien, pero como diría el clásico, ¿y yo por qué? No me culpen a mí, porque todo es culpa mía, pero ahorita tienen dos cosas, ¿no? Los cerebros, que ya deberían de removerlos, porque no dan resultados”.
Una de ellas aseguró es que lo acusan de que la de 2024 será una “elección de Estado… y ‘Andrés Manuelovich, el dictador’. La dictadura, ¿no? La censura”.
Al respecto, reiteró que es el Presidente más criticado desde los tiempos de Francisco I. Madero, y pese a eso “no se reprime a nadie, no se censura a nadie”.
Además, rechazó que la presidencial será una elección de Estado.
“Nosotros queremos que la gente vote libremente por el candidato, por el partido que quiera. Nosotros padecimos de elecciones de Estado, cuando ellos aplaudían; no sólo aplaudían, eran partícipes de los fraudes electorales, aplaudían los fraudes, los abajofirmantes”, recordó en referencia al desplegado con el que intelectuales validaron la elección 2006.
De igual forma, agregó que no sueltan “la línea” de la violencia y los muertos.
“No les funciona, ni una ni otra cosa, acaba de sacar el INEGI la percepción de inseguridad, es la más baja en dos años, ¿qué no ven eso? Es que no tienen otras cosas”.
Además, indicó que el INEGI también sacó la cifra de homicidios, en la que se da cuenta que éstos han bajado en el último sexenio.
Destacó que, contrario al sexenio pasado y a lo que dicen sus adversarios, él percibe que la gente sí está contenta con su gobierno.
“La verdad es que es notorio que la gente está contenta. Yo recuerdo que a estas alturas, hace seis años, se hablaba del mal humor de la gente, ahora no hay mal humor”.
Este es el segundo día consecutivo que el mandatario federal expresa sugerencias para la oposición.
El lunes, comentó que ya deberían contar con un proyecto que diga cómo contrariar a su movimiento que denomina cuarta transformación.