Los grupos parlamentarios del PAN y el PRI en la Cámara de Diputados celebraron ayer que Morena y sus aliados “ya aprendieron a respetar el proceso parlamentario” y a “dialogar” con la oposición, por lo que confiaron en que “no va a legislar al vapor” ni a ordenar “dictámenes exprés” de las reformas propuestas por el presidente López Obrador.
Luego de aceptar y acordar todos los partidos un parlamento abierto –del 20 de febrero al 15 de abril– para debatir las 20 reformas del Ejecutivo, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Palacio Legislativo, Jorge Romero, coordinador del PAN, reconoció “honor a quien honor merece”.
“Nos da mucho gusto ver y escuchar, en voz del coordinador de la mayoría, que no traen un plan de legislar al vapor. Estamos construyendo esa ruta y celebramos que no venga esta intentona de legislación exprés”, remarcó.
No obstante, admitió que “tampoco nos chupamos el dedo, sabemos que quieren llevar y estirar los temas lo más posible y sólo hablar de ellos. Pero no será así y los partidos vamos a exigir hablar de nuestros temas pendientes”.
Entre ellas, “reformas en seguridad, migración, que regresen los recursos a los Estados y a los municipios, la nueva ley del agua”.
El priista Rubén Moreira comentó: “Qué bueno que escuchen los de la mayoría, pero también que primero hagan las cosas bien, con iniciativas completas, sin errores y que nos digan de dónde saldrá el dinero para hacerlas realidad, sin mentirle a la gente”.
El vicecoordinador panista, José Lixa, afirmó que “es un gran logro de la oposición que el Presidente y la mayoría ya aprendieron a respetar el proceso parlamentario, que no pasan en fast track, que hacen el ridículo pasándolas con dispensas de trámites y nos evita el tener nuevamente que ganarle en la Corte”.
Con el acuerdo entre partidos, la Mesa Directiva de la Cámara Baja pudo ayer al fin presentar ante el pleno los 20 proyectos enviados por el Ejecutivo.