México vivirá el 2 de junio las elecciones más grandes en su historia, mismas en las que se juegan más de 20 mil 200 cargos, incluido el de la o el próximo Presidente. Ante la magnitud del proceso electoral, también comienzan a aparecer los hechos violentos contra políticos, como es costumbre desde hace años.
En lo que va del año electoral se han reportado al menos 10 asesinatos contra funcionarios o aspirantes a cargos de representación pública, y a falta de dos semanas para que comiencen las campañas electorales de marzo, es posible que se repita la situación de 2018 y 2021, con cientos de ataques contra políticos y decenas de homicidios.
¿Quién está detrás de los crímenes contra políticos? Los expertos argumentan que es el narcotráfico quien se ha encargado de atacar a diferentes figuras de la vida pública, algo que ha afectado a todos los estados y a todos los partidos.
Algunos de los casos más recientes son los del cuñado y el sobrino de Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado, quienes fueron asesinados con tres días de diferencia y según las autoridades y expertos, posiblemente se debe a la pelea que hay entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa en Zacatecas, una de las entidades más golpeadas por el crimen organizado en años pasados.
Con la finalidad de responder ante la crisis de violencia contra funcionarios que se vive en el país, el Colegio de México (Colmex) lanzó el estudio Urnas y Tumbas, donde se analizan 32 asesinatos contra políticos ocurridos en las elecciones de 2021 y se busca definir cuáles son los motivos detrás de los asesinatos y ataques a aspirantes a cargos de elección popular.
¿Cómo influye el narco en las elecciones a través de la violencia?
La investigación del Colmex apunta a que la violencia electoral es algo que ocurre en todo el mundo, y que funciona como estrategia para influir en el curso y en el resultado de la contienda electoral.
Además de la violencia en sí contra los políticos, este fenómeno deteriora la calidad de la democracia y la gobernabilidad, lo que puede afectar la estabilidad política, así como la percepción de violencia desde otros países.
El trabajo del instituto indica que en México la violencia no está focalizada, y que en el periodo electoral de 2021 los asesinatos ocurrieron en 15 estados, es decir, en casi la mitad del país, siendo Veracruz una de las entidades más golpeadas con hasta nueve asesinatos de aspirantes a cargos.
Cabe señalar que todas las coaliciones políticas, así como partidos, fueron afectados por la violencia en el proceso de 2021, así como en el de 2018, siendo Morena el partido que más aspirantes perdió por hechos violentos.
Otra observación importante es que la mayoría de asesinatos han sido a funcionarios que aspiraban a alguna alcaldía o presidencia municipal, lo que refleja que el tipo de elección influye en los hechos violentos más que cualquier filiación política.
Los móviles de los asesinatos tienen algunas otras coincidencias en común, ya que en la mayoría de casos se asesinan a aspirantes con poca experiencia en la política, que además están en una etapa del proceso electoral en la que son aspirantes o precandidatos. Los casos son menos cuando ya lograron la candidatura o cuando ya están electos.
Ante este panorama de violencia, una de las hipótesis del Colmex es que el narco asesina a los aspirantes políticos con el objetivo de tener beneficios para sus actividades favoreciendo a algún otro aspirante.
En algunos casos las víctimas tienen relación con grupos del crimen organizado, y el instituto toma como referencia el caso del aspirante de Morena a la alcaldía de Uxpanapa, Veracruz, llamado Luis Juan Noriega, quien presuntamente tenía vínculos con los cárteles que se disputaban la zona.
El crimen organizado estaría detrás de la mayoría de asesinatos a políticos, pero no solo a través de cárteles atacando a aspirantes o candidatos a cargos, sino también mediante ataques de un político a otro.
La investigación señala que en las elecciones de 2021 hubo 11 asesinatos que tenían como perpetradores a cárteles, mientras que otros 11 fueron organizados por políticos rivales.
“La visibilidad importa. La mayoría de los asesinatos se perpetraron en espacios públicos, como si se hubiera deseado visibilizar el hecho”, explica el Colmex.