La secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, llevó la condena de México tras la entrada de fuerzas ecuatorianas a su embajada en Quito ante la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Durante la reunión de ministros de la región, la canciller mexicana insistió en su reclamo ante un hecho inédito.
“No exagero cuando afirmo que en este acto autoritario se atravesó un umbral muy peligroso, uno que no se cruzó ni en las más duras épocas de las dictaduras latinoamericanas y europeas”, acusó.
Asimismo, pidió el apoyo de las naciones de la región con las denuncias que el Estado mexicano presentará en contra de Ecuador ante instancias internacionales.
“México exhorta a los Estados miembro de la Celac a endosar la demanda que presentaremos ante la Corte Internacional de Justicia, así como la carta que enviaremos al secretario general de las Naciones Unidas para condenar los lamentables hechos”, solicitó.
Para Bárcena, es un reto en el que la comunidad tiene que demostrar que brinda su apoyo a sus aliados.
“Es el momento de ver a una Celac unida, defensora de las normas internacionales y de sus más grandes tradiciones jurídicas, más arraigadas, incluyendo que somos una zona de paz”, sentenció.
Por otro lado, “ante los argumentos, de parte de Ecuador, de que “México habría abusado de las inmunidades diplomáticas al resguardar a un delincuente común”, reiteró que México rechaza contundentemente esta posición.
Bárcena también defendió que la actuación del gobierno mexicano estuvo apegada a derecho, y sostuvo que las autoridades mexicanas podían decidir si le otorgaba asilo o no.
“En el caso del señor Glas, nuestro país ciñó en todo momento su actuación al derecho internacional en materia de asilo diplomático, por lo que el resguardo del exvicepresidente (Jorge) Glas y el otorgamiento del asilo político constituyen actos lícitos”, apuntó.
En este sentido, insistió en que “su ingreso a la embajada de México en Quito se realizó en estricto apego al derecho internacional, aplicable a la Convención sobre Asilo Diplomático adoptada en Caracas, en 1954″.
Asimismo, la canciller mexicana insistió en que el ex vicepresidente Glas se encontró en todo momento en la embajada. Además, le dijo al gobierno ecuatoriano que si tenía el temor de que Glas se fugara, lo hubieran dejado llegar a México y hubieran empezado el trámite para que regresara a Ecuador.