El Ejército de México derrochó mucho más allá de su asignación presupuestaria original el año pasado, y la mayoría de esos fondos se utilizaron para proyectos de infraestructura.
Se aprobó que la Secretaría de Defensa (Sedena), que incluye al ejército y la fuerza aérea, gaste 112 mil millones de pesos, o aproximadamente 6,6 mil millones de dólares, en 2023, según el presupuesto público.
Pero se terminó gastando 144 mil millones de pesos, o 29 por ciento más. La Marina, una institución independiente, gastó 57 mil 500 millones de pesos, o un 37 por ciento más que su presupuesto inicial de 42 mil millones de pesos.
¿Por qué la Sedena gastó más que el presupuesto autorizado?
Gran parte del gasto adicional se utilizó para los proyectos favoritos del presidente Andrés Manuel López Obrador, como el Tren Maya y la aerolínea estatal que creó, Mexicana.
AMLO ha utilizado las fuerzas armadas del país para construir infraestructura que considera su legado. Para ello, aumentó el presupuesto militar en un 150 por ciento desde que asumió el cargo en 2018.
Pero los militares también gastaron más allá de esos desembolsos. El presupuesto para el Tren Maya, que atraviesa la Península de Yucatán, estuvo originalmente a cargo de Fonatur.
Después, AMLO transfirió el proyecto a Sedena en septiembre de 2023, por lo que pasó de tener una asignación de cero pesos para el proyecto a gastar 10 mil 100 millones de pesos, o casi 600 millones de dólares, para fin de año, sin la aprobación del Congreso.
También gastó 873 millones de pesos en la aerolínea Mexicana, de los cero pesos que le asignó el Congreso.
“Es muy sorprendente que aumenten de cero a esos montos”, dijo Aura Martínez, coordinadora de información de la Iniciativa Global para la Transparencia Fiscal. “En el mejor de los casos, demuestra una falta de planificación y, en cualquier caso, debilita la credibilidad presupuestaria del país”.
¿Cuál fue ‘el truco’ de Sedena para gastar más del presupuesto asignado?
Sedena pudo gastar más de lo asignado para tales proyectos mediante lo que se conoce como enmienda, una herramienta que permite a una secretaría de Estado cambiar el presupuesto sin la aprobación del Congreso.
Según Martínez, el cuerpo legislativo sólo es informado sobre las enmiendas en raras circunstancias en las que los cambios exceden el 5 por ciento del presupuesto de un determinado poder gubernamental.
Otro programa dentro de Defensa que financia mejoras y ampliaciones de la presencia militar también recibió un impulso de cero pesos a 11.4 mil millones de pesos.
A través de este programa, la Sedena gastó 100 millones de pesos adicionales en la modificación de un rancho para incluir un centro de reproducción equina.
Ese proyecto, que inició en 2021, ya les ha costado a los contribuyentes 290 millones de pesos. Otros 9.4 millones de pesos se destinaron a la construcción y equipamiento de un centro de gestación porcina en el estado de Querétaro.
En diciembre, Sedena pagó 6 mil 800 millones de pesos por dos aviones Lockheed Martin C-130J Super Hercules. El Congreso tampoco había aprobado ese gasto.
“La falta de credibilidad presupuestaria encarece el financiamiento del país y debilita su institucionalidad económica”, afirmó Martínez.