El presidente Andrés Manuel López Obrador negó que el caso de la desaparición del obispo emérito de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, se utilice para ‘golpear’ a la Iglesia.
Durante su conferencia matutina de este lunes desde Palacio Nacional, López Obrador aseguró que no está en contra de ninguna religión.
“Somos muy respetuosos de todas las iglesias, en especial de la Iglesia católica y no estamos acostumbrados a mentir, siempre actuamos con apego a la verdad y no nos proponemos hacerle mal a nadie. Esto incluye el respeto a las instituciones que tienen que ver con la fe”, agregó.
El comentario del presidente López Obrador se refiere a declaraciones hechas por obispos quienes acusan una “instrumentación política” en el caso de la desaparición de monseñor Salvador Rangel.
‘Hay personas interesadas en dañar la autoridad de la iglesia’: CEM
El secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano, CEM, y obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, dijo durante su homilía dominical que hay personas interesadas en dañar la autoridad moral de la Iglesia a través de redes sociales.
El sacerdote también criticó que no se busque la verdad y solo se señale al obispo sin tener pruebas en el caso.
Ramón Castro señaló el “uso de prejuicios y descalificaciones expresados en medios sociales, que solo contribuyen a enrarecer el ambiente en que está inmersa la sociedad mexicana, herida por la polarización extrema que no contribuye a hacer valer los más altos principios de convivencia que deseamos todos los mexicanos”.
Agregó que personas “interesadas” han ocupado miles de “bots” para dañar la autoridad moral de la Iglesia (católica) y acusó que se trata de una fábrica de “bots” de “ya saben quién”.
El caso del obispo Salvador Rangel
La semana pasada se dio a conocer la desaparición del obispo de Chilpancingo, Salvador Rangel, quien horas después fue localizado en el Hospital General “Dr. José G. Parres”, de Cuernavaca, Morelos.
Aunque primero se habló de un posible secuestro exprés, después circularon versiones en las que los paramédicos aseguraron haberlo recogido en un motel cercano y los exámenes toxicológicos revelaron la presencia de cocaína y benzodiacepinas.
El comisionado estatal de Seguridad Pública de Morelos, José Ortiz Guarneros, aseguró que el sacerdote entró al hotel “por voluntad propia” y en compañía de un hombre.
El obispo emérito Salvador Rangel cobró relevancia en los últimos meses debido a que fue él quien hizo pública la negociación con las dos principales bandas criminales de Guerrero: Los Tlacos y Los Ardillos.