Autoridades mexicanas reportaron este domingo el hallazgo de una “narcofábrica” clandestina de explosivos en Michoacán, donde ya suman tres instalaciones de este tipo descubiertas en la última semana.
Un informe de la Guardia Civil (Policía Estatal) reveló que encontraron la “narcofábrica” al interior de una bodega agrícola, en el poblado de Cenobio Moreno, ubicado en el municipio de Apatzingán de la región de Tierra Caliente de Michoacán.
Agentes de la Guardia Civil, Guardia Nacional y del Ejército confiscaron cientos de artefactos que sicarios utilizan como cargas explosivas para drones, minas terrestres y morteros de fabricación casera.
Una fuente de la Guardia Civil precisó a EFE que la tercera bodega se ubica a 200 metros de una fábrica de explosivos similar que estalló el sábado pasado, cuando dejó al momento un saldo de seis hombres muertos y uno más herido, quien después falleció la madrugada del domingo en un hospital regional.
¿Qué se sabe sobre las fábricas clandestinas de explosivos en Michoacán?
Autoridades mantienen como principal hipótesis que ambas fábricas las operaba el Cártel de Los Blancos de Troya, que encabeza el narcotraficante César Alejandro Sepúlveda Arellano ‘El Bótox’, uno de los delincuentes más buscados en Michoacán.
La primera fábrica de explosivos del narcotráfico confiscada en los últimos siete días se registró el 28 de agosto en una vivienda del poblado denominado como Eréndira, en el municipio de Buenavista, que colinda con Apatzingán.
Un día después, siete agentes del Ejército resultaron heridos, dos de gravedad, al explotar varios de los artefactos que intentaban desactivar de forma manual.
Este domingo se cumplen siete días continuos de enfrentamientos entre dos grupos de narcotraficantes en la franja territorial conformada por los municipios de Apatzingán, Buenavista y Tepalcatepec, ubicados en la región de Tierra Caliente de Michoacán.
Uno de los grupos está integrado por la alianza criminal del Cartel de Los Viagras, Los Blancos de Troya y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), mientras que el segundo por el Cartel de Tepalcatepec y el Cartel de Los Caballeros Templarios.
La ola de violencia de estos grupos criminales también provocó que el jueves pasado, Ángel Ríos Hernández, comisario regional de la Guardia Civil, resultara herido con cuatro agentes que fungían como sus escoltas, al explotar una mina terrestre al paso de su patrulla, en el poblado de Punta de Agua, en Buenavista.
Ese mismo día, tres presuntos sicarios del CJNG murieron abatidos por soldados y policías en el pueblo denominado como Pancha López, en Tepalcatepec.
Estos grupos de narcotraficantes se disputan el control de la producción y tráfico de drogas como mariguana, cocaína y metanfetamina, además de otras actividades como el secuestro y extorsión a productores de limón, ganaderos, agricultores, comerciantes, transportistas y empresarios.