Gerardo Fernández Noroña, presidente de la mesa directiva del Senado, aseguró que usará el teléfono rojo para pedir a Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que colabore con la aplicación de la reforma judicial, pues no se ha dado la información necesaria para emitir la convocatoria, y quedan 10 días para hacerlo.
Explicó que desde el 18 de septiembre se hizo por oficio el requerimiento, y el martes 1 de octubre se presentó Rubén Cayetano, secretario técnico de la mesa directiva, para hacer el recordatorio; sin embargo, lo atendieron “como pedigüeño afuera” de la Corte, y sólo le respondieron que se tomarán todos los días que les permite la reforma.
“Voy a estrenar el teléfono rojo que sí existe, y ahí está la extensión de la ministra presidenta, le voy a marcar y le voy a decir que pasó esto. ¿Por qué no nos ayudan a superar cualquier falta de comunicación? De verdad lo voy a hacer”
Comentó que el Senado tiene un mes para emitir la convocatoria y ellos 15 días hábiles, y el hecho de que se estén tomando tres semanas para dar la información es “un exceso”.
Aseguró que en el Senado se tiene información, pero lo “correcto” es solicitarla al Poder Judicial, además se tiene que saber si las personas que están buscarán contender en la elección.
La información necesaria para emitir la convocatoria comprende un listado de todos los cargos de juzgadores del Poder Judicial de la Federación, el cual deberá incluir nombre, tipo de cargo, género y órgano jurisdiccional al que corresponden.
¿Qué pasa cono las suspensiones a la reforma judicial?
Ante la nueva suspensión que otorgó un juez en Yucatán contra la reforma judicial, Noroña consideró que “son patadas de ahogado”, pues los juzgadores sólo evidencian desconocimiento del proceso legislativo y el marco constitucional.
“Son pseudosentencias. No hay nada que pueda detener un proceso electoral, eso lo conoce el militante de base que haya participado en un proceso electoral”.
Agregó que los trabajadores del Poder Judicial que siguen en paro sólo buscan descarrillar la reforma, por lo que no ve manera de incorporarlos a las discusiones de las leyes secundarias de la reforma judicial.