La sentencia de más de 38 años de prisión a Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad mexicano, no solo fue celebrada por la presidenta Claudia Sheinbaum y los legisladores de Morena y aliados en México, sino que las autoridades estadounidenses también manifestaron satisfacción al final del juicio y dijeron que era un aviso para la clase política para que no abusaran de su poder.
Tras la sentencia, dictada por el juez Brian Cogan, la Fiscalía de Estados Unidos, quien presentó las pruebas contra el zar antidrogas del sexenio panista de Felipe Calderón, dijo que el caso de García Luna, y su resolución, “es un paso fundamental en la defensa de la justicia y el Estado de Derecho”.
El fiscal Breon Peace dijo que García Luna “traicionó al confianza pública y a las personas que juró proteger”, esto a través de la importación de más de un millón de kilos de drogas y la oleada de violencia generada por la crisis de seguridad y la ‘guerra contra el narco’ en México.
Los comentarios del fiscal se sumaron a los del juez Brian Cogan, quien le dijo a García Luna que su actitud era igual a la de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, narcotraficante y líder del Cártel de Sinaloa condenado a cadena perpetua.
“Esta sentencia envía un mensaje contundente de que nadie, independientemente de su posición o influencia, está por encima de la ley”, sostuvo antes de agregar que “tras años de engaño y narcotráfico destructivo, García Luna pasará casi 40 años donde debe de estar: en una prisión federal”, dijo la Fiscalía estadounidense.
García Luna, quien siempre se ha declarado inocente, fue señalado como culpable por cargos relacionados con el narcotráfico, así como declaraciones falsas, en febrero del año pasado. Y luego de que se pospusiera su sentencia durante más de un año, las autoridades estadounidenses no escatimaron en señalarlo como una persona cercana al crimen organizado.
El expresidente Felipe Calderón se deslindó de los nexos con el narco de García Luna, y dijo que nunca tuvo evidencia de sus acuerdos con cárteles entre 2006 y 2012, algo que es criticado por la ciudadanía y por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien le cuestionó “cómo no iba a saber” siendo mandatario.
García Luna, que no declaró en el juicio, pidió este miércoles, al igual que lo había hecho la víspera en una carta manuscrita, clemencia al juez. “Nunca he sido una amenaza o riesgo para la comunidad” y le suplicó que le “permitiera regresar lo antes posible” con su familia y reincorporarse “a la entrañable sociedad” a la cual respeta.
Genaro García Luna pasará en la prisión al menos 38 años. El hombre de 56 años se convirtió oficialmente en el funcionario mexicano de más alto nivel en ser detenido y condenado en la historia moderna.
Con información de AFP.