Nos acercamos a la etapa del año que se llena de relatos de terror, fantasmas y hechos paranormales. México tiene la peculiaridad de que los cementerios, callejones y casas abandonadas se vuelven los escenarios principales de famosas leyendas urbanas.
En Nuevo León, en los alrededores del Cerro de la Silla, se localiza un sitio que causaba curiosidad y terror entre los habitantes y turistas del municipio de Guadalupe. Nos referimos a la ‘Casa de los Tubos’, ubicada en la colonia Country La Escondida.
La ‘Casa de los Tubos’ es un inmueble que estuvo en obra negra por más de 40 años. Además de su peculiar arquitectura, la leyenda sobre una niña en silla de ruedas y su padre lo convirtieron en un lugar icónico para los neoleoneses.
¿Cómo comenzó la historia de la ‘Casa de los Tubos’?
Se estima que la vivienda empezó a construirse en la década de los setenta. En aquel entonces, el propietario original pidió al ingeniero de la obra que diseñara una casa que permitiera a su pequeña hija, con problemas de movilidad, desplazarse con total libertad sin la necesidad de ayuda.
Al ingeniero se le ocurrió crear diferentes estructuras de tubos verticales de concreto, conectadas por rampas en forma de espiral, que le permitirían a la menor moverse sin dificultad por todos los rincones de la vivienda. Además habría palcos y ventanales que le permitirían admirar el paisaje.
El padre quedó fascinado con la idea y dio luz verde para que se empezara con la construcción.
Conforme la obra avanzaba, las tensiones entre los albañiles se incrementaban. De acuerdo con relatos sobre la construcción de la ‘Casa de los Tubos’, las herramientas desaparecían sin explicación, aspecto que provocó enfrentamientos entre los trabajadores.
El ambiente se volvió un problema. Para calmar las aguas, se decidió realizar una reunión con los albañiles para que arreglaran sus diferencias, pero el encuentro acabó en borrachera. Al día siguiente, sólo tres personas se presentaron a sus labores y a uno de ellos se le encomendó realizar trabajos en la parte superior.
De pronto, los otros dos albañiles escucharon un grito que los paralizó. Al averiguar el origen de los ruidos, descubrieron el cuerpo de su compañero. Pasó poco tiempo para que se repitiera la tragedia. Otro trabajador se lanzó por una de las ventanas y durante su caída gritó: “No quiere que estemos aquí”, dicen los relatos.
El miedo abrumó a los trabajadores y empezaron a renunciar. Fueron pocos quienes se quedaron a seguir con la construcción. El propietario se negó a parar las obras. Sabía que estaba a punto darle un regalo a su pequeña.
Un día, el padre llevó a su hija para que admirara la casa que había sido diseñada exclusivamente para ella. Sin embargo, se lamentaría de su decisión. En un momento de despiste, el papá empezó a buscar a la niña con desesperación hasta que escuchó gritos de auxilio.
Sin explicación alguna, la niña estaba en lo más alto de la ‘Casa de los Tubos’. La menor llamaba desesperadamente a su padre al saber que corría peligro, pero no pudo evitar la tragedia. La menor cayó desde una altura de 15 metros.
El padre vio el cuerpo destrozado de su pequeña, quien en su último aliento pronunció: “No pertenecen a mi mundo”.
Tras conocerse la noticia, la construcción se suspendió. Nadie puso un pie en la ‘casa maldita’. Sólo el padre acudía todos los días a lamentar la muerte de su hija hasta que se suicidó.
¿Por qué estuvo abandonada la ‘Casa de los Tubos’?
El relato de la ‘Casa de los Tubos’ fue rescatado por el escritor y arquitecto español, Pedro Torrijos, autor del libro ‘Territorios improbables.
El escritor español explica que la vivienda no se terminó de construir debido a la crisis económica que sufrió México y otros países en el mundo en 1977. Puso de ejemplo el caso de la obra Toyo Ito que se construyó en la comunidad de Torrevieja en España y que debido a la crisis económica del 2008 no pudo ser concluida.
México entre 1970 y 1976 sufrió una severa crisis económica que ocasionó una devaluación estrepitosa del peso mexicano. Entre los gobiernos de Adolfo López Mateos (1958-1964) y Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), el precio del peso se fijó en 12.50 frente al dólar, en viejos pesos, pero al final de la administración de Luis Echeverría Álvarez terminó en 22.69 pesos por dólar.
El sexenio de Luis Echeverría estuvo marcado por una severa crisis económica provocada por escasez internacional de petróleo. La inflación en México en 1976 se colocó en 27 por ciento y la tasa de crecimiento económico en México se colocó en 4.2 por ciento, cuando en los anteriores gobiernos promediaba cifras superiores al 8 por ciento.
La situación llevó al gobierno mexicano a solventar su gasto público a través de créditos externos, a tal punto que firmó un programa de estabilización económica con el Fondo Monetario Internacional. En 1976 el gasto público alcanzó el 37.9 del PIB.
Además de la crisis económica que envolvió al país en la década de los setenta, Pedro Torrijos explicó que otra de las causantes del abandono de la ‘Casa de los Tubos’ es el valor inmobiliario de la colonia Country La Escondida, cuyas propiedades pueden alcanzar un valor de 10 millones de pesos, cifra que supera el precio de otras viviendas en otras regiones de Nuevo León.
¿Quién es dueño de la ‘Casa de los Tubos’ actualmente?
La ‘Casa de los Tubos’ se volvió un sitio sombrío y que con el paso del tiempo se deterioraba ya que era el punto idóneo para el vandalismo, el consumo de drogas y uno que otro ritual de exorcismo.
El futuro de la ‘Casa de los Tubos’ cambió a inicios del milenio cuando se colocó un letrero naranja de ‘Se Vende’ sobre su famosa infraestructura. Pasaron varios años sin que nadie tuviera interés por adquirir la vivienda; los rumores señalaban que se interesaba por la propiedad debido a la leyenda.
Tras quedar abandonada por 40 años y quedar en obra negra, la vivienda fue adquirida en 2008 por Hugo Schiaffino, luego de dos años de trámites legales.
Hugo Schiaffino explicó en entrevista para Milenio que no fue nada sencillo hacerse de la propiedad. Añadió que una de las dificultades que tuvo fue encontrar al dueño, ya que en primera instancia marcó el número telefónico del anuncio naranja, pero no existía.
“Busqué a través de ese teléfono al dueño y nunca lo encontré, la gente creía que la casa se estaba vendiendo, pero no era así. Yo me metí a través de las escrituras a buscar al dueño y con un conocido que se dedica a bienes raíces”, comentó Schiaffino en la entrevista.
El anterior dueño de la ‘Casa de los Tubos’ residía en Tamaulipas y desde el primer momento estuvo de acuerdo con vender la propiedad. A pesar de que era uno de los sitios más reconocidos de Guadalupe, Nuevo León explicó a Schiaffino que desconocía por completo la leyenda.
Ya con las escrituras en su poder y tras analizar varios proyectos arquitectónicos, Hugo Schiaffino autorizó los trabajos de remodelación de la Casa de los Tubos que iniciaron en 2016 y concluyeron en 2019.
¿Quiénes se encargaron de la renovación y qué cambios se le hicieron?
La renovación estuvo a cargo de la empresa Grupo Urban, encabezada por el arquitecto Enrique Leal Villareal. En los primeros proyectos se planteaba la posibilidad de eliminar la icónica infraestructura, pero se llegó a la conclusión de que era necesario mantener los tubos de concreto como parte de la obra.
Los principales cambios que sufrió La Casa de los Tubo fueron la arquitectura de la vivienda, que ahora sería horizontal, y tendría anexada otra vivienda que se complementaría con la obra inicial.
“Nuestra labor de arquitectos en este proyecto en particular era tratar de salvar el icono de la ciudad, pero a la vez respetar y cumplir las necesidades de nuestro cliente, hacer algo muy sencillo, pero que a su vez jugara un papel muy distinto a la verticalidad que tenía la Casa de los Tubos, que este a la vez fuera un proyecto más horizontal”, explicó Mario Delgado, uno de los arquitectos encargados de la renovación.
El área de los tubos se convirtió en una zona de terracería con árboles, jardines y alberca para que la familia pudiera organizar eventos en el recinto. La nueva vivienda sería diseñada bajo el concepto de moderno-minimalista. Este concepto se puede observar en el material de los acabados, se utilizaron principalmente: mármol travertino, la madera de encino y la pintura blanca.
Se aprovechó la altura y la ubicación para que la nueva vivienda se iluminara con luz natural, dejando atrás la oscuridad en la que estuvo por cuatro décadas. De igual forma, se aprovecharon los ventanales y palcos de la infraestructura para mejorar la vista que tenía el inmueble.
Uno de los elementos centrales de la obra se encuentra en la alberca interna que se ubicó en uno de los cilindros. Enrique Villarreal resaltó que el agua representa “la fusión entre lo nuevo y lo viejo”.
El líder del grupo Urban resaltó que el diseño que tenía la ‘Casa de los Tubos’ no concuerda con la leyenda, ya que los trayectos de las rampas eran interrumpidos por escalinatas, lo que dificultaría la movilidad para una persona en silla de ruedas.
Casa de los Tubos recibe premio de arquitectura
La renovación de la Casa de los Tubos, liderada por Enrique Leal y Mario Delgado, fue reconocida en 2020 cuando recibió el premio como la mejor residencia unifamiliar arquitectónica en México por parte del International Property Awards.
El premio reconoce los trabajos arquitectónicos y de desarrolladores inmobiliarios; el jurado está conformado por 70 expertos de amplia experiencia con conocimientos relacionados al diseño, desarrollo y comercialización de propiedades. Además, el jurado es presidido por dos miembros activos del Parlamento británico.
El International Property Awards reconoce la calidad del diseño, construcción, arquitectura y marketing de los diferentes proyectos que son presentados.
La ceremonia de los prestigiosos premios se lleva a cabo en Reino Unido, pero en la edición del 2020 no se llevó a cabo debido a las medidas sanitarias de la pandemia del Covid-19.
La Casa de los Tubos también obtuvo el reconocimiento de los Titan Business Awards en la categoría de mejor arquitectura residencial en 2021. La premiación reconoce los logros de empresarios y organizaciones del sector privado y público.