El aumento de la violencia en Sinaloa y en especial, el reciente enfrentamiento entre militares y sicarios que resultó en la muerte de 19 personas en Culiacán, podría ser la ‘gota que derramó el vaso’ para el gobierno de Claudia Sheinbaum, quien de acuerdo con analistas de seguridad, ya se plantea la posibilidad de cambiar a un enfoque de ‘mano dura’ contra los cárteles del narcotráfico.
Sheinbaum, quien apenas asumió la presidencia de México a principios de este mes, estaría enfrentando una de sus primeras pruebas con la escalada de violencia en este estado, lo que podría implicar cambios en su forma de lidiar con el crimen organizado, pese a su promesa de continuar con la política de “abrazos, no balazos” del mandatario saliente Andrés Manuel López Obrador.
“No va a haber guerra contra el narco”, dijo Sheinbaum un día después de anunciar la estrategia de seguridad de su gobierno. “La guerra quiere decir: permiso para matar. Eso no, no vamos a regresar a eso.”
No obstante, de acuerdo con Falko Ernst, analista de seguridad independiente radicado en la Ciudad de México, el tiroteo del lunes podría demostrar que “el Ejército mexicano se está preparando para intervenir con mayor contundencia en las luchas internas de los cárteles con el fin de evitar un mayor aumento de la violencia en todo el país.”
“Podríamos estar viendo un enfoque de más mano dura”, dijo Ernst en entrevista con el diario estadounidense The New York Times, que calificó este enfrentamiento como “el más sangriento” de este tipo desde hace una década.
Iban por ‘El Max’, jefe de sicarios de la Mayiza
Durante la balacera entre militares y sicarios la noche del 21 y la madrugada del 22 de octubre también fue detenido Edwin Antonio Rubio López, alias ‘El Max’ o ‘El Oso’, jefe de una célula del Cártel de Sinaloa acusado por las autoridades locales de participar “activamente en la reciente violencia” en el estado.
Rubio López, de 33 años, forma parte de la facción que dirigía Ismael ‘El Mayo’ Zambada, cuya detención desató una ola de asesinatos y desapariciones en el noroeste de México en la ‘guerra’ contra su bloque rival, ‘Los Chapitos’, dirigido por los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
De acuerdo con un hackeo de la Secretaría de la Defensa (Sedena), Rubio López es identificado como un importante colaborador que ayudó a coordinar el contrabando de drogas sintéticas del Cártel de Sinaloa desde las ciudades fronterizas a Estados Unidos.
Culiacán ya es ‘zona de guerra’
Los enfrentamientos entre ‘La Mayiza’ y ‘Los Chapitos’ han convertido a Culiacán en una zona de guerra desde la detención de ‘El Mayo’ y de Joaquín Guzmán López. Desde entonces, más de 190 personas han muerto, 224 han desaparecido y unas 200 familias han sido desplazadas.
Así lo ha documentado el Consejo Estatal de Seguridad Pública, un grupo local sin fines de lucro que ha dado seguimiento a los delitos violentos cometidos en el estado.
Hasta el momento, el Gobierno Federal ha enviado a Sinaloa unos 3 mil 300 soldados y miembros de la Guardia Nacional, la mayoría de los cuales patrullan las calles de Culiacán. El Ejército también ha incautado las armas de la policía de este municipio ante las sospechas de una posible complicidad entre agentes locales y el Cártel de Sinaloa.