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Exembajadores alertan de riesgosa relación con Trump;  se requiere ‘alta diplomacia’

Plantean a Claudia Sheinbaum ‘recurrir a los mejores negociadores y llamar a la unidad nacional’.

El diplomático Arturo Sarukhán llamó al gobierno mexicano a 'no equivocarse', porque 'la relación con la presidenta Claudia Sheinbaum será escabrosa, de alto riesgo, por decir lo menos'.

Realista, sin retórica, con unidad y alta diplomacia, el gobierno de Claudia Sheinbaum debe prepararse “a conciencia, con sus mejores negociadores” para enfrentar al próximo gobierno del presidente Donald Trump, indicaron a El Financiero exembajadores de México en Estados Unidos.

“Sin retórica, con firmeza y alta diplomacia”, el gobierno de la presidenta Sheinbaum “debe prepararse” para enfrentar las amenazas de la “imposición de aranceles, del cierre de la frontera, de deportaciones masivas y de clasificar como terroristas a grupos criminales para intervenir en territorio nacional”, advirtió la exembajadora Martha Bárcena.

Expuso que “México debe estar consciente y preparado de que el presidente Donald Trump está dispuesto a cumplir sus promesas hechas a sus electores y las amenazas para los mexicanos”.

Por ello, es necesario –subrayó la diplomática– que “el gobierno actúe con firmeza, que convoque a la unidad nacional, que recurra a los mejores negociadores comerciales y diplomáticos y que deje a un lado su retórica divisoria”.


La exrepresentante de México ante Estados Unidos de 2018 a 2021, designada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, y embajadora también en Dinamarca y en Turquía durante los gobiernos del PAN y el PRI, resaltó que México debe “fortalecer sus consulados” para la defensa oportuna y efectiva de los connacionales.

Sobre la intención de clasificar a las organizaciones criminales mexicanas como terroristas y que el Congreso estadounidense autorice el uso de la fuerza en contra de ellas sin el consentimiento de México, el gobierno de Claudia Sheinbaum “debe negarse a ambas opciones y presentar al gobierno estadounidense un marco de combate al crimen organizado y que se reconozca como una amenaza a la seguridad de ambos países”.

Bárcena destacó la necesaria acción de “los mejores negociadores comerciales” de México, porque anticipó que la imposición de aranceles que propone Trump “sería violatoria de las normas de la OMC y del T-MEC, pero sabemos que no le importa”.

Por su parte, el diplomático Arturo Sarukhán Casamitjana, embajador de México en la Unión Americana durante el gobierno del expresidente Felipe Calderón –del 1 de diciembre de 2006 al 10 de enero de 2013– advirtió que “el retorno de Trump conduce a México hacia un camino minado, peligroso y sinuoso”.

Por eso llamó al gobierno mexicano a “no equivocarse”, porque “la relación con la presidenta Claudia Sheinbaum será escabrosa, de alto riesgo, por decir lo menos”, anticipó Sarukhán.

“Los temas que le interesan son la frontera vinculada con la migración y el crimen organizado, la reindustrialización estadounidense en el sector automotriz y la huella manufacturera china en nuestro país”, expuso.

El gobierno de México debe ser realista, aseguró, porque “los temas de política interna y de la resiliencia democrática de nuestro país a Trump le importan un bledo y no moverá un dedo para defenderla”.

Estimó que el equipo de Sheinbaum no debe considerar que la amenaza de Trump del uso unilateral de la fuerza para confrontar el trasiego y la producción de fentanilo desde territorio mexicano “es una acción simbólica”, porque “sería pecar de ingenuidad”.

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