El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, refrendó este fin de semana su política de línea dura contra la migración y el tráfico de fentanilo, con una ratificación de su decisión de cerrar la frontera, designar a los cárteles del narcotráfico como grupos terroristas extranjeros, llevar a cabo deportaciones masivas y repatriar a pandilleros.
“En mi primer día de regreso a la Oficina Oval firmaré una serie histórica de órdenes ejecutivas para cerrar nuestra frontera a los inmigrantes ilegales y detener la invasión de nuestro país. Todos los miembros de pandillas extranjeras serán echados del país, y designaré de inmediato a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, y desencadenaremos todo el poder de las fuerzas de seguridad federales”, sostuvo ante simpatizantes conservadores del grupo Turning Point USA.
La designación de un grupo como Organización Terrorista Extranjera (FTO) detona consecuencias legales y prácticas. En primer lugar, se vuelve ilegal que las personas y entidades estadounidenses brinden deliberadamente apoyo material o recursos al grupo designado. La violación de esta prohibición puede resultar en sanciones severas, incluidas multas y prisión.
Asimismo, se congelan todos los fondos o activos en Estados Unidos que pertenezcan al grupo. Esto también se aplica a los activos controlados por personas estadounidenses en cualquier parte del mundo, y las instituciones financieras deben bloquear las transacciones que involucren al grupo.
En medio de aplausos en un foro donde ha sido orador central en varias ocasiones, Trump delineó un plan cargado de retórica sobre migración y seguridad que implementará desde su primer día de regreso.
El republicano dijo haber hablado de estos temas con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum: “Es una mujer encantadora y maravillosa, pero le dije: ‘no le pueden hacer esto a nuestro país. No lo vamos a permitir más. No pueden hacerlo. No vamos a permitir que esto continúe. Estados Unidos ha perdido 300 mil personas al año’”, dijo, exagerando el número de muertes por consumo de drogas ilegales.
Igualmente infló el número de inmigrantes indocumentados que han llegado a Estados Unidos durante los cuatro años del gobierno de Joe Biden, que asciende, dijo, a 21 millones de personas. Según cifras oficiales, el número de muertes por sobredosis de fentanilo ascendió a 74 mil personas durante 2023, y se estima que el número total de indocumentados asciende a unas 11 millones de personas, la mayoría de ellos mexicanos.
Trump aprovechó el discurso para anunciar una nueva campaña pública contra el consumo de fentanilo en Estados Unidos, un tema que prácticamente quedó ignorado durante la presidencia de Biden.
“Vamos a exponer lo malas que son las drogas para ti. Arruinan tu apariencia, arruinan tu cara, arruinan tu piel y arruinan tus dientes. Si deseas tener dientes horrendos, consume mucho fentanilo. Si quieres una piel que se vea terrible, consume fentanilo. Vamos a enseñar lo que estas drogas te están haciendo. Nadie lo ha hecho antes y lo vamos a hacer”, anunció.
Durante su discurso, Trump elogió a su próximo zar fronterizo, Tom Homan, quien ha prometido priorizar la deportación de alrededor de 1.4 millones de personas que han ignorado sus órdenes de repatriación, así como de otras 400 mil que tienen antecedentes criminales, como parte del nuevo programa de deportaciones masivas que entrará en vigor el 20 de enero.