El Papa Francisco oró por la familia y advirtió sobre los distintos frentes que hoy en día intentan debilitarla y cuestionarla."Se cree que es un modelo que ya pasó y no tiene espacio en nuestras sociedades y bajo la pretensión de modernidad, propician cada vez más un modelo basado en el aislamiento", dijo.
En el marco del encuentro con familias que realizó en la cancha de futbol del Estadio "Víctor Manuel Reyna" en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el Jerarca católico resaltó que la familia es la base de toda sociedad.
Reconoció que es cierto "vivir en familia no siempre es fácil, muchas veces es doloroso y fatigoso, pero creo que se puede aplicar a la familia lo que más de una vez he referido a la iglesia: Prefiero una familia herida, que intenta todos los días conjugar el amor, a una sociedad enferma por el encierro y la comodidad del miedo a amar".
"Prefiero una familia que una y otra vez intenta volver a empezar, a una sociedad narcisista y obsesionada por el lujo y el confort. Prefiero una familia con rostro cansado por la entrega a rostros maquillados que no han sabido dar ternura y compasión", agregó.
No obstante expresó: ustedes mexicanos, tienen un plus, corren con ventaja. Tienen a la madre: la Guadalupana quiso visitar estas tierras y eso nos da la certeza de tener su intersección para que este sueño llamado familia no se pierda por la precariedad y la soledad".
"La vida matrimonial tiene que renovarse todos los días, prefiero familias con cicatrices pero que siguen amando" #PapaenCHPS
— Papa en México (@ConElPapa) febrero 15, 2016
En ese contexto, el Papa Francisco expresó que la única forma de combatir la precariedad y el aislamiento que nos deja vulnerables a tantas aparentes soluciones, se tiene que dar en distintos niveles:
Una, dijo, es por medio de legislaciones que protejan y garanticen los mínimos necesarios para que cada hogar y para que cada persona pueda desarrollarse por medio del estudio y un trabajo digno.
Por otro lado, agregó, el compromiso personal. "leyes y compromiso personal son un buen binomio para romper la espiral de la precariedad", indicó.
Al referirse a las palabras que momentos antes dos jóvenes expresaron con el ánimo de 'echarle ganas' a la vida, el Sumo Pontífice comentó que muchas veces la mayor tentación a la que nos enfrentamos es 'cortarnos solos' y lejos de 'echarle ganas', "esa actitud es como una polilla que nos va secando el alma".
Advirtió que la precariedad, la escasez, el no tener muchas veces lo mínimo, nos puede desesperar, nos puede hacer sentir una angustia fuerte ya que no sabemos cómo hacer para salir adelante y más cuando tenemos hijos a cargo.
"La precariedad no solo amenaza el estomago (y eso es ya decir mucho) sino que puede amenazar el alma, nos puede desmotivar, sacar fuerza y tentar con caminos o alternativas de aparente solución, pero que al final no solucionan nada", dijo.
Ante cientos de familias de católicos que lo recibieron con globos blancos y amarillos, porras y gritos de euforia, Francisco refirió que "existe una precariedad que puede ser muy peligrosa, que se nos puede ir colando sin darnos cuenta, es la precariedad que nace de la soledad y el aislamiento y el asilamiento siempre es mal consejero.
A petición de Manuel, el joven que le antecedió y le pidió orar por muchos adolescentes que están desanimados y en malos pasos, el Papa expresó que el que muchos adolescentes estén sin ánimo, sin fuerza, sin ganas, "es una actitud que nace porque se sienten solos, porque no tienen con quien hablar y la lucha siempre es difícil por la precariedad y la soledad".
Entonces, dijo, "las leyes y el compromiso personal son un buen binomio para romper la espiral de la precariedad". Francisco dijo que los mexicanos tenemos el plus de tener a Virgen de Guadalupe. "Ella está siempre dispuesta a defender nuestras familias, nuestro futuro; está siempre dispuesta a 'echarle ganas' dándonos a su Hijo", resaltó.
En el encuentro Manuel Alejandro, joven discapacitado de la Diócesis de Tuxtla, agradeció al Papa por venir a tierras chiapanecas y traer mensaje de paz a las familias.
Tras escuchar a varias parejas de matrimonios, entre ellas una con más de cincuenta años de casados, el Papa Francisco aseveró que en la familia hay que tener paciencia, amor y hay que saber perdonarse.
Conminó a las parejas a no terminar el día en guerra, pues esa guerra va a terminar en guerra fría y la guerra fría es muy peligrosa porque va socavando desde abajo.
Dijo también que "la vida conyugal tiene que renovarse todos los días, con heridas, con cicatrices pero con amor, porque esas heridas, esas cicatrices son testimonio de una vida que no fue fácil, porque el amor no es fácil, pero es lo más lindo que un hombre y una mujer pueden darse entre sí", dijo.